Françoise Bettencourt Meyers, la heredera de la empresa de cosméticos L’Oreal, se convirtió en la primera mujer en acumular una fortuna US$100.000 millones, según un listado de las personas más ricas del mundo.
El imperio de productos de belleza francés, que fue fundado por su abuelo, va en camino a registrar su mejor desempeño en décadas en bolsa.
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Las acciones de L’Oreal subieron a un precio récord en París este jueves.
La empresa experimentó una recuperación después de la pandemia, cuando los consumidores obligados a seguir los confinamientos usaron menos maquillaje.
La fortuna de Bettencourt Meyers, de 70 años, atravesó la barrera de los US$100.000 millones en el Índice de Milmillonarios de Bloomberg, convirtiéndola en la decimosegunda persona más rica del mundo.
Todavía se encuentra lejos del francés Bernard Arnault, que se colocó en el segundo puesto de los más ricos del mundo con una fortuna de US$179.000 millones.
Arnault es el fundador de LVMH, el grupo de artículos de lujo más grande del mundo, con un portafolio de marcas exclusivas que incluyen Fendi y Louis Vuitton.
2023 fue un año en el que las fortunas de los multimillonarios aumentaron significativamente.
De las 50 personas más ricas del mundo, 12 perdieron dinero en 2023, pero el resto vieron su riqueza aumentar, algunos hasta sumas inimaginables. Elon Musk sigue en el primer lugar de los multimillonarios con US$232.000 millones a su nombre.
L’Oreal no respondió inmediatamente a las solicitudes de la BBC de comentarios.
El imperio L’Oreal
- Fundado en 1909 por Eugène Schueller para fabricar y comerciar la tintura de cabello que había inventado
- El fabricante de cosméticos más grande del mundo, basado en Clichy, un suburbio en el noroeste de París
- Valor de la empresa en la bolsa de París: US$267.000 millones
- Otras marcas en su portafolio: Lancôme, Garnier, Helena Rubinstein, Maybelline New York, entre muchas otras
- Celebridades que han presentado sus productos: Beyoncé, Penélope Cruz y la supermodelo Cindy Crawford entre muchas otras
- Eslogan comercial: “Porque yo lo valgo”
Madre vs hija
Bettencourt Meyers es la vicepresidenta de la junta directiva de la empresa. Ella y su familia son los principales accionistas de L’Oreal, con una participación de casi 35%.
Se convirtió en la heredera reinante de L’Oreal después de la muerte de su madre, Liliane Bettencourt, en 2017.
Liliane, que con frecuencia fue catalogada como la persona más rica de Francia, mantuvo una relación estrecha con los líderes franceses y recibía la atención de los medios.
Durante los últimos años de su vida, se vio envuelta en una pelea pública con Françoise, que en 2007 inició una demanda legal argumentando que su madre no estaba en plena posesión de sus facultades mentales y era explotada por miembros de su entorno.
Pero Liliane decía ser una mujer libre, plenamente sana y mentalmente consciente.
“Mi hija pudo haber esperado pacientemente mi muerte en lugar de hacer todo lo posible por precipitarla”, declaró Liliane en una entrevista de televisión.
Françoise Bettencourt Meyers acusó al fotógrafo de alta sociedad François-Marie Banier de haberse aprovechado de la fragilidad mental de su madre.
Dijo que recibió regalos de Liliane valorados en más de US$1.000 millones, entre los cuales se incluían cuadros de Picasso y Matisse; así como una isla privada en el archipiélago de las Seychelles.
Bettencourt-Meyers inició acciones legales en contra de Banier tras enterarse por el personal de servicio de su madre que ella supuestamente estaba pensando en adoptarlo.
El caso sobre la explotación de Bettencourt se convirtió en un escándalo político cuando se acusó a su gerente de finanzas, Patrice de Maistre, de haber tomado dinero de la mujer para financiar la campaña presidencial de Nicolás Sarkozy en 2007.
Madre e hija lograron reconciliarse después pero, en 2011, un tribunal en Francia declaró que Liliane sufría de una forma de demencia y le otorgó a Françoise el control sobre su fortuna e ingresos.
A otro miembro de la familia se le dio la responsabilidad de velar por la salud y bienestar de Liliane.
Dentro de su propia burbuja
Françoise Bettencourt Meyers, la única hija de André y Liliane Bettencourt, fue criada en un hogar estrictamente católico. Pero se convirtió al judaísmo tras casarse con Jean-Pierre Meyers, un ejecutivo y nieto de un rabino asesinado en Auschwitz.
El matrimonio causó polémica porque el abuelo de Françoise, fundador de L’Oreal, fue enjuiciado por colaborar con los nazis durante la ocupación alemana de Francia. La pareja tiene dos hijos.
Se dice que Bettencourt Meyers prefiere la privacidad a los eventos sociales.
Además de ser una multimillonaria ejecutiva, se la conoce como una escritora y filántropa. Después del devastador incendio de la catedral de Notre-Dame en París en 2017, Bettencourt Meyers y L’Oreal hicieron una promesa de donación de US$226 millones para restaurarla.
Se sabe que le gusta tocar el piano durante varias horas al día y ha escrito dos libros: un estudio de la Biblia en cinco volúmenes y una genealogía de los dioses griegos.
“Realmente vive dentro de su propia burbuja. Se mantiene principalmente confinada en su propia familia”, explicó Tom Sancton, autor de libro “El asunto Bettencourt”, sobre el escándalo en el que la familia se vio involucrada en 2007.