Gisele Pelicot llega al juzgado de Aviñón para el juicio de su expareja Dominique Pelicot, acusada de drogarla durante casi diez años e invitar a desconocidos a violarla en su casa de Mazan, una pequeña ciudad del sur de Francia, en Aviñón. (Foto de Christophe SIMON / AFP)
Gisele Pelicot llega al juzgado de Aviñón para el juicio de su expareja Dominique Pelicot, acusada de drogarla durante casi diez años e invitar a desconocidos a violarla en su casa de Mazan, una pequeña ciudad del sur de Francia, en Aviñón. (Foto de Christophe SIMON / AFP)
/ CHRISTOPHE SIMON
Agencia AFP

El alcalde de , localidad del sur de donde tuvieron lugar gran parte de las violaciones del caso , pidió disculpas por declarar en una entrevista al medio británico BBC: “Al fin y al cabo, no ha muerto nadie”.

“Me acusan de minimizar la gravedad de los despreciables actos criminales de los que se acusa a los imputados (...) Comprendo que estos comentarios choquen y lo lamento sinceramente”, escribió Louis Bonnet en su página Facebook.

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Este político de derecha de 74 años dirige Mazan, la localidad de 6.000 habitantes donde tuvo lugar la mayoría de violaciones a Gisèle Pelicot, que un tribunal juzga en Aviñón desde el 2 de septiembre.

El principal de los 51 acusados es su marido, Dominique Pelicot, de 71 años, quien administró a escondidas a su ahora exesposa ansiolíticos entre 2011 y 2020 para dormirla y violarla junto a decenas de desconocidos.

En un reportaje difundido por la BBC sobre Mazan, “desgarrada por el horror”, un fragmento de 11 segundos de la entrevista del alcalde se hizo viral en las redes sociales, provocando una ola de indignación.

El alcalde declara en este fragmento: “Podría haber sido peor, no ha habido ningún niño implicado, ninguna mujer asesinada. Será difícil para la familia, pero podrán rehacer sus vidas. Al fin y al cabo, no ha muerto nadie”.

Quiero pedir disculpas, en particular a las mujeres que se sintieron heridas por la torpeza de ciertas palabras pronunciadas bajo presión ante el micrófono de un medio de comunicación extranjero”, escribió en Facebook.

Bonnet, que criticó la “incesante presión mediática” con el juicio, aseguró que esta historia afectó a su localidad. “Pero soy plenamente consciente de que no es comparable al sufrimiento de Gisèle Pelicot y de su familia”, agregó.

Este juicio, símbolo de violencia machista y la sumisión química, suscitó un fuerte interés internacional, máxime cuando la principal víctima rechazó que se celebrara a puerta cerrada para que “la vergüenza cambie de bando”.

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