Atenas. El Parlamento griego adoptó este jueves un segundo paquete de reformas reclamadas por los acreedores de Grecia como paso previo a un nuevo rescate, a pesar de las deserciones registradas en el campo del primer ministro Alexis Tsipras.

La primera parte de las reformas, centradas principalmente en alzas de impuestos y disciplina presupuestaria, desató una rebelión en Syriza, el partido de Tsipras, la semana pasada y las medidas fueron aprobadas solamente gracias a los votos de los partidos pro Unión Europea de la oposición.

La ley que votaron los legisladores a primera hora del jueves incluye reglas para lidiar con los bancos fallidos y agilizar el sistema judicial, otras dos condiciones fijadas por la Eurozona y el Fondo Monetario Internacional para abrir negociaciones sobre un acuerdo de rescate por 86.000 millones de euros.

Según el recuento final, 230 diputados -de 298 presentes- votaron a favor de la adopción de una reforma de la justicia civil, 63 votaron en contra y se registraron 5 abstenciones.

Un cálculo no definitivo establecía que votaron en contra 31 diputados de Syriza contra 32 la semana pasada, a los que se habían sumado 6 abstenciones y una ausencia.

La división del proyecto de ley en dos artículos para cada uno de los cuales los diputados podían emitir un voto diferencia, complica el cálculo del reparto de los votos.

En principio, el jefe del Ejecutivo ha reducido marginalmente las deserciones respecto a la semana pasada entre los 149 diputados de Syriza

El ex ministro de Finanzas Yanis Varoufakis, que había votado contra la semana pasada, esta vez votó a favor.

Como la semana pasada, Syriza pudo contar con los votos de su socio gubernamental, el partido de derecha soberanista ANEL, y de la oposición para recabar la amplia mayoría de 230 votos favorables (229 votos la semana pasada).

Esta segunda votación urgente en una semana abre la puerta a la finalización, esperada de aquí a mediados de agosto, del tercer rescate a Grecia, de al menos 80.000 millones de euros en tres años, cuyo principio fue adoptado el 13 de julio con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Tsipras había instado a sus diputados a "adaptarse a las nuevas realidades" y descartó "abandonar voluntariamente" el Gobierno, donde dijo que la presencia de la izquierda radical es "un bastión para la defensa de los intereses del pueblo", y prometió batallar para mejorar el acuerdo sobre el tercer rescate al país, que debe ser finalizado este verano.

"El Gobierno no oye más al pueblo", lamentaban Katerina Sergidou y Georges Kokkinavi, dos de los 6.000 manifestantes congregados delante del Parlamento al anochecer. Estos dos treintañeros, de la corriente más izquierdista del partido Syriza eran el reflejo de la contestación que afronta el primer ministro después del compromiso suscrito el 13 de julio con los europeos.

Solo un breve momento de tensión al final de la manifestación perturbó la calma imperante en la concentración. 

Objetivo, mediados de agosto

Alexis Tsipras subió el tono contra los díscolos. Seis meses después de llegar al poder, ha excluido del Gobierno a los ministros que se negaron a validar unas medidas de rigor contrarias a todas las promesas de Syriza

El martes les reprochó que no tengan "ninguna propuesta alternativa". La portavoz del Gobierno estimó este miércoles que "el clima es mejor que la semana pasada" en el seno de la mayoría.

Pero la portavoz, Olga Gerovasili, también reconoció que de subsistir la división del partido de izquierda radical "entre dos estrategias, dos puntos de vista (...) quizás sea imposible seguir así".

Muy popular según los sondeos, Tsipras deberá tomar una decisión drástica, según los analistas, que parecen apostar por unas legislativas anticipadas. 

Por ahora el principal objetivo de Tsipras es llegar a un acuerdo sobre el tercer rescate, por unos 80.000 millones de euros, antes del 20 de agosto, día en que el gobierno tiene un vencimiento de 3.190 millones de euros al Banco Central Europeo, antes de otro de 1.500 millones con el FMI en septiembre.

"Hablar de la segunda quincena de agosto [para llegar a un acuerdo] es un buen intervalo", confirmó desde Bruselas el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.

Según el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, durante el análisis del texto en la comisión parlamentaria, antes de fin de año habrá una recapitalización de los bancos griegos. La retirada de dinero y los giros al extranjero siguen sometidos a estrictas medidas de control de capitales, vigentes desde finales de junio.

El Banco Central Europeo (BCE) decidió aumentar este miércoles nuevamente el monto de los préstamos de urgencia (ELA) a los bancos griegos, su única fuente de financiación reactivada después del acuerdo del 13 de julio.

Grecia ya recibió el lunes un préstamo de urgencia de 7.160 millones de euros que le permitió pagar su deuda de 6.700 millones con el FMI y el Banco Central Europeo. Y la agencia de calificación Standard and Poor's subió el martes la nota del país por considerar que disminuyó el riesgo de una salida de Grecia de la Eurozona, aunque no ha desaparecido.

Fuente: AFP

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