A casi cinco meses de la invasión, Rusia cambia otra vez el foco, los objetivos y la estrategia de su guerra en Ucrania.
Luego de intentar -fallidamente- conquistar el país completo en febrero pasado, el Kremlin anunció más de un mes después que concentraría sus fuerzas solo en el oriente del país, en la disputada región del Donbás.
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Ahora, parece querer ir nuevamente más allá.
En una entrevista con medios estatales rusos, el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, indicó este miércoles que el foco militar de Moscú en Ucrania ya no es "solo" el este del país.
"La geografía es diferente ahora. No se trata solo de DNR (Donetsk) y LNR (Lugansk), sino también de la región de Jersón, la región de Zaporiyia y otros territorios ", le dijo al canal RT.
Según justificó, la estrategia cambió después de que Occidente suministrara a Ucrania armas de mayor alcance.
"No podemos permitir que la parte de Ucrania controlada por [el presidente ucraniano] Zelensky posea armas que representen una amenaza directa para nuestro territorio", dijo el canciller.
En su criterio, Rusia ahora tendrá que empujar a las fuerzas ucranianas más allá de la actual línea de combate para garantizar su "propia seguridad".
Lavrov se refirió específicamente al sistema Himars de cohetes de mayor alcance suministrado recientemente por EE.UU. y con el que Ucrania ha obtenido cierto éxito en el campo de batalla.
Durante dos días seguidos, las fuerzas ucranianas han utilizado Himars para atacar un puente estratégico clave en la ocupada Jersón, llamado Antonivskyi, que Rusia utiliza para abastecer las áreas que ha capturado en la orilla occidental del río Dnipro.
El canciller ruso describió la entrega de armas a Ucrania por parte de las potencias occidentales como una "ira impotente" y un "deseo de empeorar las cosas".
La inteligencia de varias naciones occidentales ha señalado que Rusia busca anexarse grandes áreas de Ucrania.
Moscú invadió el país vecino en febrero, tras afirmar, sin base en la realidad, que la población rusoparlante de la región oriental de Donbás en Ucrania había sufrido un "genocidio" y necesitaba ser "liberada".
Desde febrero, Occidente ha suministrado a Ucrania armas cada vez más poderosas para usar en su defensa contra las fuerzas rusas.
Los planes de anexión de Rusia
El martes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., John Kirby, se refirió a la expansión de los planes de Rusia y dijo que el Kremlin quería anexarse grandes extensiones del territorio ucraniano.
Acusó a Moscú de usar un plan similar al de su toma de control de Crimea, cuando se anexó la península de Ucrania organizando un referéndum en 2014.
Kirby dijo que Rusia estaba instalando funcionarios prorrusos ilegítimos para dirigir las regiones ocupadas de Ucrania.
Estos nuevos "gobiernos", afirmó, luego organizarán referéndums locales para que sus territorios se conviertan en parte de Rusia, posiblemente en septiembre.
Los resultados de las votaciones serán utilizados por Rusia "para tratar de reclamar la anexión del territorio soberano de Ucrania", dijo Kirby.
Crimea fue anexada por Rusia en 2014 después de un referéndum organizado apresuradamente, considerado ilegal por la comunidad internacional.
Muchos partidarios de Kyiv boicotearon la votación, que no se consideró ni libre ni justa.
La inteligencia de EE.UU. cree que votaciones similares se realizarán en otras partes de Ucrania y que cualquier oposición a unirse a Rusia será reprimida.
Kirby dijo que estaba "exponiendo" los planes rusos "para que el mundo sepa que cualquier supuesta anexión es premeditada, ilegal e ilegítima", y prometió que habría una respuesta rápida de Estados Unidos y sus aliados.
Las áreas objetivo de la anexión incluyen Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Luhansk, dijo, las mismas regiones que, según Lavrov, ahora son objetivos rusos.