Soldados de la 68 Brigada de Infantería Independiente Jager 'Oleksa Dovbush' ponen a punto un lanzacohetes antitanque SPG, este domingo en la región de Donetsk (Ucrania). EFE/ Oleg Petrasyuk
Soldados de la 68 Brigada de Infantería Independiente Jager 'Oleksa Dovbush' ponen a punto un lanzacohetes antitanque SPG, este domingo en la región de Donetsk (Ucrania). EFE/ Oleg Petrasyuk
/ OLEG PETRASYUK
Agencia EFE

La delegación de en la Conferencia de Desarme aseguró hoy que el país “seguirá luchando ante la agresión genocida porque no tiene otra alternativa”, y añadió que “no aceptará la paz a cualquier precio”, en un momento en que países como han ofrecido alternativas para poner fin al conflicto.

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“No aceptaremos algo que mantenga nuestros territorios ocupados y nuestro pueblo a merced del agresor”, aseguró la embajadora ucraniana ante la ONU en Ginebra, Eugenia Filipenko, ante la Conferencia de Desarme, que esta semana celebra reuniones de alto nivel y en la que también hoy habló el viceministro de AAEE ruso, Serguéi Riabkov.

“Hay que detener ya mismo a Rusia, porque hemos visto que si no lo hacemos habrá otras agresiones en otros lugares”, aseguró la diplomática ucraniana, quien insistió en que Occidente ayude militarmente a su defensa territorial.

“No se pregunten cuándo acabará la guerra, sino cómo ayudar a Ucrania a que la venza más rápidamente, enviando artillería, municiones, tanques, misiles de largo alcance o cazas”, subrayó Filipenko, quien reiteró que Moscú ha cometido en un año de guerra crímenes de guerra y terrorismo contra civiles ucranianos.

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La representante ucraniana aseguró que la agresión militar provocó un grave desequilibrio en el sistema de seguridad global, “socavando la eficacia y la confianza en los regímenes de no proliferación de las armas de destrucción masiva”.

La reciente retirada del tratado Nuevo START, último de control de armas nucleares que había en vigor entre EEUU y Rusia, “es otro acto provocador del Estado agresor, destinado a acabar con la arquitectura del desarme y la no proliferación”, declaró.

Filipenko recordó también que Rusia ha violado los tratados internacionales al ampliar de facto la zona geográfica de despliegue de armas nucleares, ahora también en la península de Crimea, y atacando instalaciones atómicas civiles como la central de Zaporiya, “lo que nos puso al borde de un desastre”.

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