El pasado jueves, Rusia llevó a cabo uno de sus mayores ataques aéreos contra Ucrania en varios meses. Más de 80 misiles fueron disparados y el principal objetivo fue la infraestructura energética.
A consecuencia de los ataques, casi medio millón de personas se quedaron sin electricidad en Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania.
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Pero los ataques del jueves se diferenciaron de los anteriores porque se usaron una mayor cantidad de misiles hipersónicos sofisticados, incluidos los Kinzhal, las armas más avanzadas del arsenal ruso.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó el uso de los misiles Kinzhal. Ello luego de que Ucrania informara que seis de esos misiles hipersónicos fueron lanzados contra su territorio.
“Desgraciadamente, un misil del tipo Kinzhal alcanzó un objeto de infraestructura”, dijo Serhi Popko, jefe de la autoridad militar de la región de Kiev.
“Están enviando una señal muy clara a todo el mundo en Ucrania, y quizás a algunos de nuestros refugiados fuera de Ucrania, de que la vida está muy lejos de volver a la normalidad a pesar de que en las últimas semanas ha habido más tranquilidad”, manifestó a CNN Alexander Rodnyansky, asesor económico del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
Pero los expertos le dijeron a CNN que este tipo de ataques aéreos no van a hacer que Rusia gane la guerra.
“Hay una larga historia de naciones que intentan ganar guerras mediante bombardeos estratégicos, para quebrar la voluntad o la capacidad de resistencia de un Estado adversario”, declaró a CNN Justin Bronk, investigador principal sobre poder aéreo y tecnología del grupo de expertos londinense Royal United Services Institute (RUSI). “Tiene un historial de éxito increíblemente pobre”.
¿Pero cómo son los misiles Kinzhal?
Una daga
El Kinzhal (daga en ruso) es una de las armas rusas más recientes y avanzadas. Según el ejército ruso, si este proyectil hipersónico es lanzado desde el aire tiene un alcance de hasta 2.000 kilómetros (alrededor de 1.250 millas) y vuela a 10 veces la velocidad del sonido (Mach 10), por lo que es difícil de interceptar.
“Una combinación de velocidad hipersónica y una ojiva pesada permite que el Kinzhal destruya objetivos fuertemente fortificados, como búnkeres subterráneos o túneles”, señala la agencia AP.
Rusia ha utilizado el Kinzhal para atacar objetivos en Ucrania desde los primeros días de la invasión en febrero del 2022, pero los ha empleado con moderación y contra objetivos prioritarios, lo que aparentemente refleja que tiene una pequeña cantidad disponible de estos misiles.
El Kinzhal también puede portar ojivas nucleares, además de las cargas convencionales.
El Kinzhal es transportado por aviones de combate MiG-31, algunos de los cuales tienen su base en Bielorrusia. Rusia ha utilizado el territorio de su aliado como escenario para la invasión y ha mantenido allí sus tropas y armas.
La agencia de noticias rusa TASS informó en el 2018 que el Kinzhal podría llegar a superar los 3.000 kilómetros si es lanzado desde un bombardero Tupolev Tu-22M.
Este misil hipersónico es muy difícil de interceptar debido a su capacidad de maniobra. Mide 8 metros y puede cambiar su trayectoria en el aire y desviarse en caso de que sea necesario, de acuerdo con el portal Infobae.
En el año 2018, cuando fue presentado, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que el Kinzhal podía alcanzar casi cualquier punto del mundo y evadir un escudo antimisiles desarrollado por Estados Unidos.
El Kinzhal es una versión modificada del misil ruso Iskander, que también ha sido utilizado varias veces en Ucrania.
¿Qué pasa con la defensa antiaérea de Ucrania?
Tras los bombardeos del jueves, un asesor del presidente Zelensky reconoció que los sistemas de defensa antiaérea de Ucrania no pudieron con los misiles Kinzhal.
“Están utilizando misiles hipersónicos. Están utilizando nuevos tipos de armas y están viendo cómo nuestros sistemas de defensa antiaérea pueden hacerles frente”, dijo Alexander Rodnyansky a CNN. “No están defendiendo lo suficientemente bien”, agregó.
El ejército ucraniano dijo que en el bombardeo del jueves Rusia también incluyó seis misiles Kh-22 más antiguos, que son lanzados por bombarderos pesados Tu-22M y vuelan a más de tres veces la velocidad del sonido.
Al igual que en ataques anteriores, Rusia también disparó los modernos misiles de crucero Kh-101 transportados por bombarderos estratégicos y los misiles de crucero Kalibr, que son lanzados por buques de guerra. Muchos de estos misiles sí fueron interceptados por la defensa antiaérea ucraniana, según la agencia AP.
Los funcionarios y expertos ucranianos creen que al usar numerosos tipos de misiles y drones en un ataque masivo, Rusia intenta abrumar las defensas aéreas ucranianas.
El Ministerio de Defensa de Rusia describió el bombardeo del jueves como un “ataque de represalia” por lo que Moscú describió como una incursión transfronteriza de saboteadores ucranianos en la región de Bryansk, en el oeste del país.
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