Mariúpol vive horas determinantes. El hecho de que la ciudad caiga o no bajo el control de Rusia está limitado al último bastión ucraniano que queda en el lugar
Los combatientes ucranianos están refugiados en la enorme planta siderúrgica de Azovstal, en el medio de la destrozada ciudad, que se ha convertido en el último foco de resistencia de Mariúpol. La toma de la planta por las fuerzas rusas significaría la caída de la ciudad y una enorme victoria para Moscú.
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Las fuerzas rusas están ahora intentando asaltar las instalaciones de la planta después de que los combatientes ucranianos ignoraran el domingo el ultimátum de Rusia de rendirse o morir, como señala la agencia de noticias AP.
El Ministerio de Defensa de Rusia emitió el martes un nuevo comunicado en el que pedía a las fuerzas ucranianas y a los combatientes extranjeros que se encontraban en el interior que se rindieran antes del mediodía hora de Moscú (09:00 GMT). "Todos los que depongan las armas tienen la garantía de seguir con vida".
Eduard Basurin, quien representa a la autoproclamada República Popular de Donetsk y está respaldado por Rusia, le dijo al canal de televisión Rusia 24 que la aviación y artillería están ayudando a "grupos de asalto" a tomar las instalaciones.
Basurin negó sin embargo los informes de funcionarios ucranianos de que muchos civiles, incluidos niños, se esconden en Azovstal. Los separatistas pretenden "liberar" la instalación lo más rápido posible, dijo la agencia RIA citando a otro separatista, Denis Pushilin.
Civiles
Las autoridades ucranianas dicen que hay más de mil personas escondidas en los búnquers y túneles debajo de la planta, muchas de ellas familiares de los propios combatientes. Agregaron además que las fuerzas rusas estaban arrojando bombas pesadas sobre la fábrica.
Justin Crump, un experto militar de la consultora de seguridad Sybilline, le dijo a la BBC que podría haber entre 300 y 800 soldados ucranianos resistiendo en la ciudad y agregó que la siderúrgica, que cubre un área de 11 km cuadrados, estaba construida "para sobrevivir a un conflicto nuclear".
Mariúpol ha vivido semanas de asedio desde que el presidente Vladimir Putin diera luz verde para invadir Ucrania. Los ataques a edificios civiles, incluyendo al teatro de la ciudad y una maternidad, han involucrado a civiles. Las autoridades ucranianas cifran en miles la cantidad de muertos.
Capturar Mariúpol es visto como un gran premio estratégico para Rusia. La ciudad tiene un importante puerto en el mar de Azov y su control por parte de Rusia significaría dominar un corredor entre la región del Donbás, en el este de Ucrania, con la penísula de Crimea, anexada por Rusia en 2014.
El servicio ucraniano de la BBC asegura que la situación en Mariúpol es muy difícil, con casas destruidas y escasez de agua. Los rusos están tratando además de restringir el movimiento de los lugareños por la ciudad, así como prohibir completamente la entrada y salida de ella.
El asesor del alcalde de Mariúpol, Petro Andryushchenko, dijo el domingo que el ejército ruso estaba emitiendo "pases" a las personas que permanecían en la ciudad.
"Cientos de ciudadanos tienen que hacer fila para obtener un pase, sin el cual a partir de la próxima semana será imposible no solo moverse entre distritos de la ciudad, sino también estar en la calle", dijo Andryushchenko.
En una entrevista con la cadena estadounidense ABC, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, dijo que los defensores de la ciudad lucharán contra las fuerzas rusas hasta el final; esto pese a que el ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, aseguró que Rusia eligió arrasar a Mariúpol hasta los cimientos.
"La ciudad todavía no ha caído", dijo Andryushchenko. "Todavía están nuestras fuerzas militares, nuestros soldados, por lo que lucharán hasta el final. Y por ahora, todavía están en Mariupol".
En un informe de inteligencia divulgado el pasado 18 de abril, el Ministerio de Defensa británico dijo que "los comandantes rusos estarán preocupados por el tiempo que les está tomándo vencer a Mariúpol. La resistencia concertada de los ucranianos está probando con dureza a las fuerzas rusas y obligándolas a que desvíen hombres y material, haciendo lento su avance en otros lugares"
Corredores
Ucrania exigió que las tropas rusas abrieran corredores humanitarios desde Mariupol para permitir la salida de civiles y militares ucranianos heridos, pero no llevó a cabo una evacuación a gran escala.
"Exigimos un corredor humanitario urgente desde el territorio de la planta de Azovstal para mujeres, niños y otros civiles", dijo la viceprimera ministra Iryna Vereshchuk a través de una publicación en Telegram.
Las autoridades ucranianas han afirmado que Rusia está llevando residentes de Mariúpol a su territorio. Rusia ha rechazado tradicionalmente todas las acusaciones de trato inhumano de civiles. En cambio, el Ministerio de Defensa británico comparó las acciones de los rusos en Mariúpol con sus tácticas aplicadas en Chechenia en 1999 y en Siria en 2016.
Según las autoridades locales, entre 20 y 22 mil civiles podrían morir en Mariúpol.
Mientras los defensores de Mariúpol siguen resistiendo, las autoridades ucranianas niegan la posibilidad de cualquier concesión territorial a Rusia.
En una entrevista con CNN, el presidente Volodymyr Zelensky dijo que Ucrania no renunciará a sus territorios orientales para poner fin a la guerra.
"Ucrania y su gente lo tienen claro. No tenemos derecho a los territorios de nadie más, pero no vamos a renunciar a los nuestros", dijo.
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El ejército ucraniano luchará contra Rusia en Dombás, y esto "será decisivo para la guerra", dijo Zelensky.
Según él, también es imposible estar seguro de que Rusia no reanude la ofensiva sobre Kiev si logra tomar el control del territorio en Dombás.