Gisella López Lenci

De un lado, denuncia que paramilitares chechenos, convocados por , intentaron asesinar tres veces al presidente Volodymyr Zelensky. Del otro lado, el Kremlin acusa que Occidente está movilizando a mercenarios croatas y kosovares y ha amenazado que estos no serán tratados como prisioneros. La guerra psicológica sigue avanzando a medida que el conflicto llega a su segunda semana sin mayor esperanza de solución.

La presencia de combatientes contratados que matan por dinero está lejos de ser algo nuevo. Los llamados mercenarios son una realidad, pese a ser una actividad prohibida por el derecho internacional. Sin embargo, los vimos de manera evidente trabajar impunemente en Iraq, cuando los contratistas privados fueron llamados a apoyar a las fuerzas estadounidenses tras la invasión del 2003.

LEE TAMBIÉN: Rusia todavía no puede tomar Kiev: ¿Vladimir Putin subestimó a los ucranianos?

Su presencia en la actual guerra no debería sorprender. Sobre todo porque desde Rusia opera el Grupo Wagner, una milicia privada dirigida por Yevgeny Prigozhin, un oligarca muy cercano a , y que ha llevado operaciones encubiertas en África y Medio Oriente, especialmente en Siria, donde las fuerzas rusas están desplegadas desde hace varios años.

Investigaciones de prensa señalan que un soldado a sueldo del Grupo Wagner -la contraparte rusa de la otrora Blackwater estadounidense- podría ganar un promedio de 3.200 dólares al mes.

¿Los mercenarios podrían marcar la diferencia en esta guerra? Según una investigación del diario británico “The Times”, unos 400 mercenarios rusos operan en Kiev bajo las órdenes directas del Kremlin, mientras que hasta 4 mil estarían en el resto de Ucrania.

“Algunos creen que las capacidades militares adicionales que aportan los mercenarios ayudan a poner fin rápidamente a las guerras sin que aumente el derramamiento de sangre, mientras que otros consideran que se trata de combatientes codiciosos y sanguinarios que contribuyen a que las guerras sean más brutales”, opina a El Comercio desde Berlín la analista internacional .

“Pero no creo que la presencia de mercenarios marque la diferencia en el equilibrio de poder en la guerra en Ucrania. Después de todo, el poderío militar de Rusia es superior. Sin embargo, las acciones militares y la destrucción podrían prolongarse”, agrega.

LEE TAMBIÉN: Guerra entre Rusia y Ucrania: ¿Quiénes son los oligarcas rusos y por qué Occidente va tras ellos?

Para Oscar Schiappa-Pietra, vocal de la Sociedad Peruana de Derecho Internacional, la contratación de mercenarios tampoco sería una buena estrategia. “Desde el punto de visita militar pueden ser de muy poca eficacia”, opina.

“Llama la atención, sobre todo en el caso de Rusia, que tenga que recurrir a mercenarios pese a que tiene un ejército tan poderoso pero que está demostrando, por lo menos hasta ahora, un alto nivel de ineficacia en alcanzar los objetivos militares que se habían trazado. Y los mercenarios no van a cambiar sustancialmente esa ecuación”.

Contratistas privados estadounidenses patrullan el aeropuerto internacional de Bagdad en noviembre del 2004, un año después de la invasión a Iraq. (AP Photo/Hadi Mizban, File)
Contratistas privados estadounidenses patrullan el aeropuerto internacional de Bagdad en noviembre del 2004, un año después de la invasión a Iraq. (AP Photo/Hadi Mizban, File)
/ HADI MIZBAN

La legión extranjera

Schiappa-Pietra explica que se deben distinguir a los combatientes contratados con fines de lucro y aquellos que por convicción se involucran voluntariamente para luchar en favor de una de las partes en conflicto. “Se trata de dos situaciones jurídica y moralmente distintas”, apunta.

Tras el estallido de la guerra, el presidente Zelensky invitó abiertamente a los extranjeros y ucranianos que viven fuera del país a combatir por la defensa de Ucrania. Los extranjeros -hasta el momento unas 20 mil personas de 52 países- ya forman formar parte de la nueva unidad denominada “Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania”.

De hecho, la semana pasada se conoció que 50 ex militares del Ejército de Colombia iniciaron el proceso para sumarse a esta legión, según informó el diario .

Una extendida costumbre

Pero volviendo a los combatientes contratados o ‘contratistas privados’, se trata de una práctica que se ha ido normalizando en los recientes conflictos armados que suelen brindar seguridad a objetivos estratégicos -puede ser un gasoducto o una instalación petrolera- como cometer ataques y asesinatos selectivos, además de apoyar a las fuerzas armadas oficiales en el terreno.

“Las guerras estadounidenses en Afganistán e Iraq normalizaron el uso de mercenarios que desde los principios de este siglo están en auge. Mercenarios colombianos luchan en Yemen para los Emiratos Árabes Unidos, mercenarios estadounidenses están en Yemen y Venezuela, Nigeria contrató mercenarios para acabar con Boko Haram. O sea, la externalización de tareas estatales a proveedores privados en el sector de la seguridad, o la creación de nuevas tareas de seguridad bajo auspicios nominalmente privados, es un fenómeno global”, precisa Sitenko.

LEE TAMBIÉN: Anciana de 98 años, memoria viva de la resistencia ucraniana, pide a Putin que retroceda

La analista explica que desde el 2014 se conoce que Rusia ha utilizado mercenarios, a través del Grupo Wagner, en Ucrania y Siria. En el primer caso, desde que estalló el conflicto en las regiones separatistas del Donbás en apoyo a los separatistas prorrusos y en el segundo, en apoyo a Bashar al Asad.

En esta foto del 2013, un grupo de ucranianos, rusos y bielorrusos fueron capturados en Libia por trabajar como mercenarios tras la caída de Muammar Gadafi.  AFP PHOTO/MAHMUD TURKIA
En esta foto del 2013, un grupo de ucranianos, rusos y bielorrusos fueron capturados en Libia por trabajar como mercenarios tras la caída de Muammar Gadafi. AFP PHOTO/MAHMUD TURKIA
/ MAHMUD TURKIA

“Lamentablemente se ha ido normalizando esta práctica”, añade Schiappa-Pietra. “Estados Unidos lo hizo en Iraq a través de empresas privadas que desempeñaban, en los hechos, funciones militares, pese a que está proscrito en el derecho internacional. En el caso de Rusia, que es un país sin controles democráticos, esto se ha desarrollado mucho más”.

El experto en derecho internacional señala, no obstante, que las guerras contemporáneas ya no se ganan solo por superioridad numérica de soldados y equipamiento, sino con tecnología y estrategia. “El capital intelectual es primordial. La concepción estratégica es más importante que la cantidad de soldados, entonces agregar a través de mercenarios el número de efectivos no es algo que garantice mayor eficacia militar”.

Esto, además, de que combatientes irregulares generan mayores riesgos humanitarios porque no están sujetos a controles.

De hecho, el Gobierno Ruso ha decido que los países que envíen mercenarios a Ucrania y no serán tratados como prisioneros de guerra, pues no están protegidos por el derecho internacional. Sin embargo, ese precepto aplica para todos los soldados a sueldo, no importa el bando al que representen.

VIDEO RECOMENDADO

TE PUEDE INTERESAR