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En medio de la guerra en Ucrania, Bielorrusia llevó adelante este domingo un controversial referéndum en el que se aprobó que el país pueda recibir armas nucleares por parte de Rusia. El resultado apoyó el deseo del histórico líder de ese país. Alexander Lukashenko, quien siempre ha actuado en alianza con Vladimir Putin.
La noticia se destaca en medio del contexto. Bielorrusia comparte con Ucrania 891 kilómetros de frontera. Además, la capital, Minsk, ha sido elegida por Moscú para llevar adelante negociaciones por el conflicto, pese a la resistencia del gobierno ucraniano. Volodymyr Zelensky ha denunciado que Lukashenko ha colaborado con el Kremlin e incluso aseveró que varios misiles contra su país han sido lanzados desde ese país.
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El referéndum autoriza a Bielorrusia a recibir armas nucleares por primera vez desde que se formó como estado en 1990, tras la desintegración de la Unión Soviética. Pero es parte de un paquete más amplio. El resultado le permite adoptar al país una nueva constitución y le garantiza permanecer en el poder a Lukashenko hasta 1935.
En recientes declaraciones periodísticas, el líder bielorruso defendió la decisión de abandonar el status de no nuclear del país. “Si Occidente mueve armas nucleares de Polonia a Lituana, cerca de nuestras fronteras, entonces iré con Vladimir Putin para regresar con armas nucleares que me abastecerá sin condiciones”.
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Entre 1994 y 1996, Ucrania, Bielorrusia y Kazajistán, que formaban parte de la Unión Soviética, acordaron mantener un status no nuclear a cambio de garantías de seguridad.
En las últimas horas, Bielorrusia fue elegida por el Kremlin como escenario para entablar negociaciones con el gobierno ucraniano que pudieran significar un alto al fuego. La gestión de Volodímir Zelensky se negó inicialmente por el carácter “no neutral” que ha tenido Lukashenko en el conflicto.
De hecho, las las Fuerzas Armadas de Ucrania compartieron recientemente el video del momento en el que un misil ruso disparado desde Bielorrusia impacta en el aeropuerto de Zhytomyr.
Al inicio de este domingo Zelensky había rechazado la posibilidad de sentarse a discutir en Minsk y enumeró distintos países de la región. “Cualquier otra ciudad, en un país desde el que no nos lancen misiles, está bien para nosotros”.
Sin embargo, más tarde revisó su postura. El presidente ucraniano mantuvo una conversación con Lukashenko en el que le garantizó “que todos los aviones, helicópteros y misiles estacionados en territorio bielorruso permanezcan en tierra durante el viaje, las conversaciones y el regreso de la delegación ucraniana”
“Digo las cosas claramente, como siempre: no creo que dé resultado, pero tenemos que intentarlo”, afirmó Lukashenko. Admitió que no quería que los ucranianos pensaran en el futuro que él “no había tratado de detener la guerra, cuando había incluso una pequeña posibilidad de hacerlo”.
Aliado histórico de Putin
Lukashenko ha sido un histórico aliado de Vladímir Putin. Está en el poder de Bielorrusia desde 1994. En 2020 fue reelegido en unas elecciones sumamente cuestionadas, en las que dirigentes opositores fueron encarcelados previamente. De hecho, la la opositora Svetlana Tijanovskaya, que reside en Lituania, luego de haber denunciado persecución, acusó de “traición” al mandatario por colaborar con la invasión en Ucrania.
El referéndum de este domingo garantiza cambios para su permanencia en el poder, como la extensión del mandato del Parlamento de cuatro a cinco años, la introducción de la Asamblea Popular de Bielorrusia como un nuevo organismo para operar en paralelo con el Parlamento, y la inmunidad judicial a los expresidentes por las acciones que tomaron mientras estaban en el cargo.
En relación a los mandatos presidenciales, la modificación estipula que, una vez elegido como presidente de Bielorrusia, el titular permanecerá en su cargo cinco años y podrá ser elegido nuevamente una sola vez, mientras actualmente no existe ninguna limitación al respecto.
Sucede, no obstante, que la reforma no tendrá en cuenta las tres décadas que Lukashenko lleva gobernando, lo que concede al presidente la oportunidad de seguir gobernando durante otros dos mandatos más cuando el actual expire en 2025.
Con información de Europa Press
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