El escándalo de corrupción en Ucrania por la compra de armas por 40 millones de dólares

Ucrania, en guerra con Rusia desde febrero del 2022, está bregando para desbloquear miles de millones de dólares en ayuda por parte de Estados Unidos que el Congreso de ese país se niega a autorizar. Kiev y los aliados de la OTAN aseguran que el financiamiento es vital para evitar que las fuerzas del presidente Vladimir Putin se impongan. Sin embargo, un escándalo de corrupción en las filas militares revelado esta semana eclipsa los esfuerzos ucranianos. Este caso se suma a otros similares que ya han llamado la atención de los países que apoyan al gobierno de Volodymyr Zelensky.

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) reveló que descubrió un plan de corrupción masiva por parte del ejército mediante la compra de armas por un valor de casi 40 millones de dólares.

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¿Cómo fue la maniobra? De acuerdo con el SBU, la trama implicó la compra de 100.000 proyectiles de mortero para las Fuerzas Armadas de Ucrania en agosto del 2022.

El Ministerio de Defensa de Ucrania pagó el dinero al proveedor de armas Lviv Arsenal, pero el SBU dijo que las municiones nunca fueron recibidas por las Fuerzas Armadas.

Los casi 40 millones de dólares terminaron siendo transferidos a cuentas en el extranjero, incluido los Balcanes.

Según la cadena de noticias CNN, la investigación determinó que en el fraude estuvieron involucrados funcionarios de defensa de alto rango anteriores y actuales del Departamento de Política Militar y Tecnológica, Desarrollo de Armas y Equipo Militar. También la cabeza y jefe comercial de Lviv Arsenal y un representante de un grupo comercial extranjero.

El SBU informó que cinco personas fueron acusadas y tienen orden de detención. Uno de ellos, un exfuncionario del Ministerio de Defensa, fue arrestado mientras intentaba cruzar la frontera. Agregó que las autoridades estaban trabajando para detener a los otros sospechosos y que los acusados podrían enfrentar penas de hasta 12 años de prisión.

Por su parte, la fiscalía general de Ucrania indicó que los fondos robados fueron incautados y serán devueltos al presupuesto de Defensa.

“El Ministerio de Defensa sigue luchando sin concesiones contra quienes malversan la adquisición de armas. No hay lugar para funcionarios corruptos”, dijo el viceministro de Defensa de Ucrania, Dmytro Klymenkov, en un comunicado publicado el sábado.

Tras revelarse esta trama de corrupción, el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umérov, publicó una nota en sus redes sociales donde hizo un balance de las últimas acciones contra estas prácticas que han generado el rechazo de aliados como Estados Unidos y la Unión Europea.

El funcionario dijo que el Ministerio de Defensa ganó en los tribunales a una empresa ucraniana de armamento que no había entregado las minas explosivas que debía suministrar al Ejército, en un contrato por un valor de 1.500 millones de grivnas (39 millones de dólares).

“Hemos descubierto que no se suministró comida por valor de más de 50 millones de grivnas (más de 1,3 millones de dólares)”, dijo Umérov sobre otra de las irregularidades encontradas.

En diciembre, un alto funcionario del Ministerio de Defensa ucraniano fue detenido tras ser acusado de malversar 40 millones de dólares en otro caso relacionado con un contrato de proyectiles de artillería.

Además, Yury Shchygol, que dirigía el servicio de Estado de comunicaciones especiales, fue destituido junto a su adjunto Victor Zhora. Ambos estaban involucrados en una investigación por malversación de fondos públicos por un valor de más de 1,7 millones de dólares.

En noviembre del año pasado, las autoridades ucranianas anunciaron la destitución del director y del subdirector de un departamento gubernamental encargado de la ciberdefensa después de que fueran investigados por corrupción.

En octubre del año pasado se informó que dos altos funcionarios del Ministerio de Defensa de Ucrania estaban bajo sospecha de malversar más de 5,6 millones de dólares por la compra de chalecos antibalas.

CNN informó en diciembre que el presidente Zelensky enfrentaba una presión cada vez mayor por parte de Estados Unidos para hacer más para combatir la corrupción gubernamental. Los funcionarios dijeron que Washington había enviado varios avisos a Kiev advirtiendo que ciertos tipos de ayuda económica estarían vinculados al progreso de Ucrania en la reforma de sus instituciones.

La lucha en contra de la corrupción es también una de las exigencias de los países miembros de la Unión Europea para que Ucrania pueda ingresar al bloque.

El Gobierno del presidente Joe Biden ha pedido al Congreso la aprobación de un paquete de ayuda militar de más de 100.000 millones de dólares, de los cuales más de 61.000 millones irían destinados a Ucrania. Sin embargo, el asunto está congelado desde fines del año pasado.

Los representantes del Partido Republicano se niegan a seguir financiando una contraofensiva ucraniana que no ha dado los resultados esperados. Dicha contraofensiva se inició en junio del año pasado con el propósito de recuperar territorio conquistado por los rusos, pero hasta hoy los avances de Ucrania han sido mínimos.

Además, los republicanos exigen que para aprobar los fondos destinados a Ucrania, el presidente Biden debe poner freno a la ola migratoria que se vive en la frontera con México.

“Nuestra primera condición para cualquier paquete de gasto suplementario en seguridad nacional es nuestra propia seguridad nacional. La frontera es un desastre”, afirmó el año pasado el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson.

Esta semana, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió al Congreso de Estados Unidos que una victoria de Rusia en la guerra haría el mundo más inseguro.

”Estoy convencido de que todos los aliados de la OTAN, incluido Estados Unidos, seguirán brindando apoyo a Ucrania porque hacerlo redunda en nuestra propia seguridad”, declaró Stoltenberg en una rueda de prensa en Washington junto al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

Stoltenberg insistió en que una victoria de Putin, supondría “una tragedia para Ucrania, pero también haría el mundo más inseguro” para todos los miembros de la OTAN.