Una muerte inédita sacudió a Italia en los últimos días. Y es que un joven senderista de 26 años que salió a correr por la montaña fue atacado por un oso salvaje y murió por las heridas que le produjo en su cuello. Se trata de un evento insólito dada la baja cantidad de estos animales en suelo italiano. Sin embargo, el debate público circuló en torno a la necesidad de sacrificarlo o no.
Andrea Papi, de 26 años, decidió salir a practicar jogging el miércoles por la mañana por una zona boscosa y montañosa al noreste de Italia, cerca del pueblo de Caldes, en la región de Trentino, cuando sin darse cuenta quedó de frente contra un oso que lo atacó.
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Tras más de 24 horas, la familia del joven, que reportó la desaparición, pidió ayuda a los socorristas, quienes encontraron su cuerpo en la madrugada del jueves en un barranco, con profundas heridas en el cuello, los brazos y el estómago, algunas de las cuales indicaban que había sido atacado por un animal carnívoro.
Las primeras pericias realizadas por los agentes de seguridad forense en base a la autopsia, sostuvieron que Andrea Papi estaba “vivo al momento del ataque” y que se defendió con sus bastones de senderismo.
Tras difundirse la noticia, algunos medios locales y ciudadanos del pueblo Caldes recordaron que hace menos de un mes otro hombre fue atacado por un oso no muy lejos de ese lugar, lo que abrió el debate sobre la peligrosidad de estos animales que ya son numerosos en esa región. Algunos vecinos y especialistas pidieron la identificación y el sacrificio del animal.
A pesar de la dolorosa pérdida, la novia de Papi, Alessia Georgi, compartió diferentes posteos en su cuenta de Facebook en contra de sacrificar al animal que acabó con la vida de su pareja. En la mayoría de las publicaciones insistió en que el oso no tiene la culpa, que actuó por instinto y que el humano es el que se adentra en su hábitat natural.
La presencia de osos en Italia se dio gracias al proyecto “Life Ursus” por el cual se volvió a introducir osos en la provincia autónoma de Trento entre 1996 y 2004. En 2021 se registraron 69 ejemplares en ese territorio.
En ese sentido, Annamaria Procacci, trabajadora de la Asociación Nacional de Protección de los Animales (Enpa), denunció la ausencia de una política preventiva para ese tipo de animales. “El hombre no es una presa para el oso. Por el contrario, el oso es un animal particularmente temeroso que se mantiene alejado de los humanos”, explicó la ecologista, que lamentó la falta de esfuerzos para “desaconsejar el acceso a zonas donde hay osas con crías”.
Se calcula que hay entre 120 y 200 osos en Italia, principalmente en Trentino y Abruzos (sureste) y este es el primer incidente fatal que se ha registrado.
Con información de AFP