Con 63 gobiernos en los 70 años transcurridos desde el final de la Segunda Guerra, Italia da la sensación de vivir en permanente inestabilidad política. Además, ya van tres gobiernos consecutivos que fueron elegidos por el Parlamento no por los ciudadanos, los de Mario Monti (2011-2013), Enrico Letta (2013-2014) y el de Matteo Renzi, que nunca llegaron a someter su mandato a la votación popular.
Renzi fracasó el domingo pasado en su intento de reformar la Constitución de 1948 y, tal y como advirtió desde un principio, presentó su dimisión tras 1018 días (2 años y 9 meses) en el gobierno. Fue el cuarto gobierno más largo tras los de Giulio Andreotti (en total, 7 años y 4 meses), Bettino Craxi (3 años y 8 meses) Silvio Berlusconi (9 años y 4 meses).
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, este país europeo ha tenido un total de 41 primeros ministros. En promedio, el país cambia de mandatario una vez cada 20 meses.
¿Qué es lo que hace que Italia no logre conformar un gobierno sólido? El académico Enrique Serrano afirma que en Italia los primeros ministros forman coaliciones de gobierno que generalmente son muy débiles y por eso fracasan.
Serrano explica que Italia es una república parlamentaria y por eso la inestabilidad está "adscrita al gobierno", sobre todo cuando los resultados económicos no son muy buenos.
"La inestabilidad del gobierno en ese país se debe a que el sistema multipartidista nunca ha funcionado como en otros gobiernos europeos y además hay influencia de la mafia y de otras fuerzas especialmente porque la economía es de carácter mixto y los bienes están compartidos entre actores privados y públicos", señala.
—La caída de Renzi—
En el caso de Matteo Renzi muchos analistas coinciden en que pecó de arrogancia. Sobrevaloró su consenso y subestimó el malestar social. El premier había ligado su permanencia en el gobierno al referéndum del domingo pasado, en el que los italianos estaban llamados a decirle sí o no a una reforma de la constitución que apuntaba a darle más estabilidad al país, eliminando el bicameralismo perfecto italiano y convirtiendo al Senado en un elemento más bien decorativo.
Pero lo italianos rechazaron en forma contundente los cambios a la Carta Magna propuestos por el joven premier. Según los analistas, la creciente insatisfacción de la clase media, la rabia de jóvenes sin trabajo y el rechazo a la figura del "hiperactivo" Renzi influyeron en la victoria del "no".
El premier confirmó hoy que formalizará su dimisión ante el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella. Una vez que Mattarella acepte la dimisión del político florentino, comenzará una ronda de consultas con la que tratará de determinar quién será el sustituto de Renzi para el nuevo gobierno de transición, que deberá, principalmente, impulsar una ley electoral en base a la cual poder convocar elecciones generales.
Mientras tanto, los distintos partidos políticos diseñan sus estrategias de cara a esta nueva etapa, divididos entre los que prefieren realizar una ley electoral y después celebrar elecciones y los que reclaman unos comicios cuanto antes y con la ley actual.
Fuente: La Nación, GDA
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