No cuestionan si es competente o no para el cargo que desempeña. Tampoco arremeten contra ella por algún pasivo del pasado. No la quieren solo por una razón: es negra. Cecile Kyenge, ministra italiana de Integración y Cooperación Internacional, sigue en la mira del partido xenófobo Liga del Norte, hasta hace poco aliado del ex primer ministro Silvio Berlusconi.
Desde el sábado, el periódico oficial del partido, "La Padania", empezó a publicar la agenda diaria de actividades de la ministra de origen congoleño.
El alcalde de Verona y uno de los máximos representantes de la Liga Norte, Flavio Tosi, explica hoy en el diario "La Repubblica" que no ve problema alguno en publicar la agenda que la misma ministra cuelga en la página web del ministerio.
Para Tosi, es importante que los ciudadanos sepan lo que hace un ministro como Kyenge "que no ha hecho una propuesta desde que fue nombrada" y añade que "quien ocupa un puesto institucional sabe que le pueden criticar de manera civil".
A la controvertida iniciativa del diario se ha sumado la declaración del portavoz en el Senado de la Liga Norte, Massimo Bitonci, quien aseguró ayer que la ministra "no sabe lo que es la integración" y que lo único que quiere "es favorecer lo negruzco".
Los ataques a Kyenge llegaron también en boca del nuevo líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, que aseguró que su partido acabará "forzando su dimisión" y la eliminación de un ministerio "inútil y que propaga ideas peligrosas".
Ataques sin tregua
La Liga Norte conocida por su ideología xenófoba y que reivindica la secesión de la llamada Padania -como denominan a una amplia zona del norte del país-, inició sus ataques racistas a la ministra comparándola con un "orangután".
Luego, unos militantes racistas le arrojaron plátanos. Mientras que una consejera municipal de la Liga del Norte propuso que la violaran para que sufriera en carne propia los crímenes cometidos, supuestamente, por los inmigrantes.
La ministra subraya hoy en el diario "La Repubblica" que ser "negra y estar en el Gobierno es un desafío a los peores estereotipos".
Ante las nuevas agresiones verbales, Kyenge pide "que la política se levante para condenar estos ataques o el racismo se puede convertir en un arma peligrosa".