El presidente de Argentina, Javier Milei, con una etiqueta de metal en el cuello que dice en inglés y hebreo "tráelos a casa ahora" (en referencia a los rehenes secuestrados por militantes palestinos durante los ataques del 7 de octubre de 2024), ofrece comentarios a los medios de comunicación durante un recorrido por el Kibbutz. (Foto de Menahem KAHANA / AFP)
El presidente de Argentina, Javier Milei, con una etiqueta de metal en el cuello que dice en inglés y hebreo "tráelos a casa ahora" (en referencia a los rehenes secuestrados por militantes palestinos durante los ataques del 7 de octubre de 2024), ofrece comentarios a los medios de comunicación durante un recorrido por el Kibbutz. (Foto de Menahem KAHANA / AFP)
/ MENAHEM KAHANA
Agencia EFE

El presidente argentino,, llegó hoy a para una intensa visita, en la que asistirá a la canonización de la primera santa argentina, se reunirá con el presidente y la primera ministra de y será recibido por el en una esperadísima audiencia en el .

El avión de la compañía Israel Airlines procedente de Tel Aviv en el que viajaba Milei, acompañado por una amplia delegación compuesta por miembros de su gobierno y un nutrido grupo de empresarios, aterrizó a las 14.30 horas locales (13.30 GMT) en el aeropuerto de Fiumicino.

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Milei, al contrario de otros mandatarios argentinos que preferían un hotel, residirá estos días en la sede de la embajada argentina en Italia, donde se han reforzado las medidas de seguridad.

No hay previsto ningún acto para hoy ni para el sábado, por lo que podría sorprender con alguna visita turística a la capital italiana o a Ciudad del Vaticano.

El presidente argentino viaja con la canciller, Diana Mondino; el ministro del Interior, Guillermo Francos; la de Capital Humano, Sandra Pettovello; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el secretario de Culto, Francisco Sánchez, así como el embajador designado ante el Estado de Israel, rabino Axel Wahnish

El viaje a Roma, adonde llegó procedente de Israel, forma parte de la segunda salida al extranjero de Milei desde que asumió el cargo, el 10 de diciembre, después de participar en el Foro de Davos (Suiza).

En el Vaticano, Milei asistirá el domingo a las 9.30 horas (8.30 GMT) a la misa de canonización de María José de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, en un gesto que ha sido valorado por la Iglesia del país.

Pero el gran evento de su visita es el que se producirá el lunes a las 9.00 horas (8.00 GMT) en la biblioteca del Palacio Apostólico, cuando Milei se encontrará con su compatriota el papa Francisco, después de que el entonces candidato presidencial considerase al pontífice un “representante del maligno en la tierra” y partidario de “las dictaduras sangrientas”.

Los minutos de la conversación privada y los gestos y sonrisas de esta audiencia serán el termómetro de cómo fue la reunión, ya que el Vaticano suele solo informar con un escueto comunicado sobre los temas que se abordaron en la posterior reunión entre los mandatarios y el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin.

En varias entrevistas, Francisco ha asegurado que ha dejado atrás las duras acusaciones de Milei porque “son cosas que se dicen en campaña electoral”, y fue el mismo pontífice quien llamó por teléfono al recién elegido presidente para felicitarle.

Se espera que tanto con el papa como con la Secretaria de Estado, donde realmente se abordan los temas más espinosos, se pongan sobre la mesa cuestiones como la justicia social o la defensa de la vida, después de que el partido que lidera el presidente argentino, la ultraderechista La Libertad Avanza, presentase un proyecto para derogar la ley del aborto.

También está pendiente el posible viaje del papa a su país natal, después de que Milei lo haya invitado oficialmente, y así lo volverá a hacer en esta reunión.

Tras la audiencia con el papa, Milei tendrá una reunión con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que definió al presidente argentino como “una personalidad fascinante”, y un rápido almuerzo de trabajo con el presidente de Italia, Sergio Mattarella, sin que haya declaraciones.

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