La Comisión Europea recomendó este miércoles congelar unos 13.000 millones de euros de los fondos del bloque destinados a Hungría, por no implementar en tiempo y forma las reformas negociadas sobre respeto al Estado de derecho y lucha anticorrupción.
Los Estados de la UE tendrán ahora hasta el 19 de diciembre para tomar una decisión, que deberá ser aprobada por mayoría cualificada.
La Comisión consideró que las medidas implementadas hasta ahora por el gobierno húngaro no fueron suficientes para disipar las preocupaciones.
En una nota oficial, la Comisión señaló que, “a pesar de las medidas adoptadas, sigue existiendo un riesgo continuado para el presupuesto de la UE dado que las medidas correctoras que aún deben cumplirse son de carácter estructural y horizontal”.
La Comisión reconoció que hay reformas que se emprendido o ya están en marcha, pero apuntó que Hungría “no implementó adecuadamente los aspectos centrales de las 17 medidas correctivas”, acordadas con las autoridades húngaras.
En Budapest, el principal negociador húngaro en este caso, Tibor Navracsics, dijo a periodistas que el gobierno estaba preparado para “convencer” a la UE a no avanzar con el congelamiento de fondos.
“Confiamos en implementar los pedidos pendientes, y en 2023 podemos convencer a la Comisión (...) de que no será necesaria la suspensión continuada de fondos y que podremos acceder al 100%” de los recursos, apuntó.
En tanto, Gergely Gulyas, jefe del gabinete del primer ministro Viktor Orban, dijo que se trata apenas de “una cuestión de malentendidos” en puntos en que las partes no están de acuerdo.
La posibilidad de que la Comisión (brazo ejecutivo de la Unión Europea, UE) retenga fondos destinados a Hungría por no respetar el Estado de derecho se había tornado el eje de una agria disputa entre Bruselas y Budapest.
En este escenario, Hungría decidió bloquear con su veto un plan europeo de ayuda financiera a Ucrania, la adopción de un impuesto mínimo a las empresas multinacionales o la definición de nuevas sanciones a Rusia.
En medio de tensas negociaciones, la Comisión se encontró bajo inmensa presión por parte del Parlamento Europeo para que congele fondos destinados a Hungría hasta que el país implemente reformas que garanticen el respeto al Estado de derecho.
Los eurodiputados amenazaron con adoptar una moción de censura a la Comisión si no actuaba con relación a Hungría.
En una conferencia de prensa, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión, Valdis Dombrovskis, dijo este miércoles que “ninguna transferencia de recursos tendrá lugar hasta que las condiciones esenciales sean correctamente cubiertas”.
La decisión definitiva deberá ser adoptada por mayoría cualificada, es decir, el apoyo de 15 de los 27 países, en representación de al menos 65% de la población total de la UE.
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