Son cientos de miles, aglomerados como “sardinas en latas” en las amplias plazas y estrechas calles de casi toda Italia.
Su marea ha ido creciendo desde mediados de noviembre y ya son portada en los medios. El pasado 14 de diciembre se reunieron en lo que se considera su concentración más concurrida.
Son las llamadas “Sardinas”, un movimiento de izquierda que promueve los derechos humanos, la tolerancia y el respeto a los migrantes.
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Y que, también, busca detener el ascenso de un “enemigo” poderoso: Matteo Salvini, el exministro de Interior que promovió un fuerte discurso antiinmigrante y de extrema derecha durante su paso por el gobierno.
El movimiento, que comenzó hace un mes en las calles de Bolonia para denunciar las políticas de ultraderecha de la Liga, el partido de Salvini, realizó este fin de semana su mayor manifestación hasta la fecha: decenas de miles de personas tomaron la Piazza San Giovanne de Roma.
“Ha llegado el momento en que la gente ya no puede permanecer pasivamente en casa, es hora de tomar una posición”, declaró uno de los fundadores del movimiento, Mattia Santori, a la televisión pública italiana RAI.
Las Sardinas no tiene vínculos formales con ninguno de los partidos políticos italianos y los organizadores aseguran que no buscan convertirlo en uno.
Han convertido al pequeño pez en su símbolo y como un "himno informal" suelen cantar 'Bella Ciao', una famosa canción antifascista de los partisanos italianos.
¿Cómo se llegó aquí?
Salvini, que fungió como ministro del Interior y viceprimer ministro de Italia, renunció abruptamente al gobierno en los meses de verano, con la esperanza de que su salida llevara a elecciones anticipadas, que, según las encuestas, seguramente ganaría.
Pero fue un error de cálculo inesperado: el presidente Sergio Mattarella formó una coalición de gobierno alternativa y el líder de la Liga quedó fuera y fue relegado a la oposición.
Sin embargo, ahora su partido tiene la vista puesta en una elección clave en la región de Emilia-Romagna en enero, que, si llega a ganar, podría provocar un colapso del gobierno.
La región ha sido el bastión más fuerte de la izquierda italiana desde la Segunda Guerra Mundial, pero las encuestas ponen a la Liga y al actual Partido Demócrata de centro-izquierda prácticamente codo con codo.
¿Cómo surgieron “las Sardinas”?
Ante la posibilidad del ascenso de la Liga en Emilia-Romagna, Santori y otros tres compañeros de apartamento convocaron a una manifestación en Bolonia el pasado 14 de noviembre, que coincidía con una visita de Salvini.
El líder de extremaderecha se preparaba para lanzar su campaña en un pabellón deportivo que puede albergar a 5.700 personas.
Los cuatro amigos llamaron a una movilización en una plaza cercana, con el objetivo de lograr una participación de 6.000 personas, la capacidad máxima del lugar y para superar el apoyo a Salvini.
Pidieron que no se llevara pancartas o banderas políticas, para no contaminar la protesta con afiliaciones a ningún partido.
Participó más del doble de personas de las que se esperaban.
Y la movilización fue como una chispa en el polvorín: comenzó a ganar miles de adeptos por toda Italia e incluso llegó hasta Nueva York.
En pocas semanas, las protestas se esparcieron por varias de las ciudades más importantes del país hasta que finalmente llegaron a Roma este fin de semana.
"Algo grande está pasando. Es hora de hacerles saber que nos hemos despertado contra el racismo, el odio, contra las personas que nos ponen a luchar entre sí", contó a la BBC Alessandra Giordano, una estudiante de 24 años durante una protesta en Milán.
¿Por qué es tan relevante Salvini en la política italiana?
A medida que la migración a Italia se disparó, también lo hizo la popularidad de Salvini.
Construyó su mensaje político sobre el nacionalismo, que atraía a los menos favorecidos económicamente de Italia, combinándolo con el conservadurismo social.
De ganar el 4% de los votos en las elecciones italianas de 2013, la Liga encabezó la encuesta europea de este año con el 34%.
Así que con la votación de Emilia-Romagna acercándose, sus opositores tienen miedo de lo que pueda suceder.
Salvini ha prometido "liberar" a Emilia-Romagna de la izquierda: algo que irritó a muchos en una región que era el campo de batalla de la ofensiva aliada contra la ocupación nazi de Italia.
¿Cómo respondió Salvini al movimiento?
El rápido ascenso del movimiento ha sorprendido a Italia, y Salvini, con la guardia baja.
El político, que maneja su discurso mediante bombardeos de diatribas por redes sociales ha batallado por encontrar una respuesta.
Inicialmente, probó su ingenio característico.
"Prefiero los gatos a las sardinas, porque se las comen cuando tienen hambre", escribió, junto a la foto de un pescado frito.
Sin embargo, en los últimos días ha suavizado su discurso.
"Amo a quien se informa y decide participar, así que los abrazo uno por uno y les doy la bienvenida. Sé que me siguen a todas partes con afecto y curiosidad ... estoy deseando verlos por toda Italia. Cuanta más gente participe, mejor", afirmó el exministro.
¿Cuál es el futuro de “las Sardinas”?
De acuerdo con el corresponsal de la BBC en Italia, Mark Lowen, la gran pregunta ahora es a dónde irán las Sardinas, cuál será su próxima meta, cómo pasarán de ser de un grupo que bloquea a uno que construye.
Y es que Italia ha visto en muchas ocasiones movimientos que surgen de la calle pero que mueren rápidamente.
The Five Star, que estuvo en coalición anteriormente con la Liga y ahora con el partido de centro-izquierda, nació en las plazas de Bolonia en 2007, pero su popularidad ha caído rápidamente.
"Estos movimientos tienen un camino muy impredecible. Con el Five Star, fue la corrupción política. Ahora el foco es Salvini ", afirma a la BBC el profesor Francesco Giavazzi, de la Universidad Bocconi de Milán.
"Si (Salvini) pierde en Emilia-Romagna, la gente reconocerá que las Sardinas fueron una gran parte responsable. Les dará el impulso. A dónde, todavía no lo sabemos. Pero sería una prueba de que importan".
Sin embargo, una encuesta reciente sugirió que el 40% de los italianos consideraban a las Sardinas -no a los partidos de oposición- como su mayor amenaza.
Y la realidad es que Matteo Salvini sigue siendo el político más popular del país.
Pero algo está pasando en las plazas de Italia. Y las Sardinas podrían cambiar el rumbo político de la nación.