Milagros Asto Sánchez

Liz Truss no pudo evitar convertirse en la primera ministra más fugaz de la historia británica. Un día después de haber prometido que lucharía hasta el final, la conservadora renunció al cargo que ostentó por tan solo 45 días, una salida inminente ante la crisis desatada por un polémico plan económico que fue su ruina.