El delincuente sexual alemán Christian Brueckner, principal sospechoso del secuestro y asesinato de la pequeña Madeleine McCann en Portugal, en el año 2007, al contrario de lo que se esperaba, no irá a juicio este año en su país por cinco hechos de violaciones y agresiones sexuales. Y se espera que esta medida también anule el proceso por el caso de la niña británica, desaparecida en una playa portuguesa donde veraneaba con su familia.
Sucede que el tribunal de Brunswick, en el norte de Alemania se declaró “incompetente” para tratar los cinco casos mencionados, puesto que el domicilio del sospechoso no estaba bajo su jurisdicción en el momento de cometer esos delitos. Y esto significa que este juzgado también sería relevado del caso Maddie, según explicó el abogado de Brueckner, Friedrich Fulscher, según la agencia AFP.
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El tribunal de Brunswick informó su incompetencia en las causas por violación y agresiones sexuales contra Brueckner el pasado jueves a través de un comunicado oficial. Explicaron allí que el último domicilio conocido del sospechoso no estaba bajo su jurisdicción. Ahora le corresponde a otras fiscalías regionales de Alemania donde vivió Brueckner decidir si toman estos casos.
Este pederasta reincidente que vivió varios años en el sur de Portugal cumple actualmente una pena de siete años de cárcel en Alemania por la violación de una estadounidense de 72 años. Fue también inculpado por otros cinco crímenes y delitos sexuales cometidos entre 2000 y 2017 en Portugal, sobre los cuales se esperaba un juicio en los próximos meses.
El 3 de mayo de 2007, Madeleine McCann, una niña británica de tres años que vacacionaba junto a su familia en Praia da Luz, al sur de Portugal, desapareció de la habitación del resort en el que se hospedaba.
Su caso conmovió al mundo y todavía despierta interés cada vez que se habla de lo ocurrido o que aparecen novedades sobre lo que pudo haber pasado con la pequeña. Es que, pasados tres lustros del hecho, su destino continúa siendo un misterio, y a través de los años, han surgido las más diversas teorías acerca de la suerte que corrió Maddie tras la fatídica noche de su desaparición.
Se tejieron entonces conjeturas en las investigaciones policiales que fueron desde la captura de la pequeña por una red de trata hasta la acusación contra sus propios padres. Se habló de una muerte accidental, de que la niña vio lo que no debía haber visto y, finalmente, de la posibilidad de que haya sido raptada y asesinada por un pedófilo. Esta teoría que cobró fuerza en junio de 2020, cuando las autoridades británicas y alemanas anunciaron que habían identificado a un sospechoso de la desaparición de la niña: un pedófilo reincidente alemán de entonces 44 años llamado Christian Brueckner.
Las autoridades alemanas adujeron entonces que este sospechoso estaba cerca del lugar de la desaparición de Maddie en la fecha en que la niña fue secuestrada, a lo que se suman sus antecedentes y diferentes pruebas que habrían ido apareciendo en los últimos años. Aquí se incluye un escalofriante chateo que el alemán habría mantenido con otro pedófilo, donde Brueckner decía que deseaba “capturar algo pequeño y usarlo durante días, eso es todo”.