“Es una forma de sostener la ficción de que el Reino Unido todavía mantiene una gran influencia en el mundo a través de lo que fue su imperio”. El analista Francisco Belaúnde define así a la Commonwealth o Mancomunidad de Naciones, asociación política entre Estados que tomó forma a partir de la segunda década del siglo XX. Ahora es el turno del rey Carlos III -quien le toma la posta a la fallecida reina Isabel II- de liderar la unión.
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Originalmente, la relación entre el Reino Unido y sus dominios era vertical, pero varió en 1926. Cuenta la web oficial de la Commonwealth que, ese año, se sucedió una conferencia entre sus miembros y que allí se acordó que todos tenían el mismo peso. “Todos le deben lealtad al rey o reina británicos, pero el Reino Unido no los gobierna. A esta comunidad se le llamó la British Commonwealth de Naciones o simplemente Commonwealth”.
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Por ejemplo, en 1947, la India persiguió el sueño republicano, aunque no quiso desligarse de la Commonwealth. Ello hizo que, dos años más tarde, los primeros ministros de la Mancomunidad decidieran que “repúblicas y otros países puedan integrarse” a la alianza.
Para unirse, no es necesario tener una historia en común con el Reino Unido. Se recuerda, además, las palabras de la reina Isabel II en 1953 sobre la alianza:
“Así formada, la Commonwealth no se parece a los imperios del pasado. Es una concepción completamente nueva, construida sobre las más altas cualidades del espíritu del hombre: la amistad, la lealtad y el deseo de libertad y paz”.
El primer jefe de la Mancomunidad fue Jorge VI, quien al fallecer le pasó la posta a Isabel II. Ahora será el turno de Carlos III, después de que en el 2018 su madre lo propusiera como jefe y fuera aceptado por los miembros.
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El futuro de la alianza
¿Le juega a favor o en contra al futuro y estabilidad de la Commonwealth el ascenso de un rey que genera polémica, a diferencia de la reina, cuya imagen era casi impoluta? Para Belaúnde, uno de los grandes problemas que carga el próximo monarca británico es su relación con Diana de Gales, “una persona que, hasta después de su muerte, sigue siendo muy querida”.
“Eso impacta en su popularidad. Pero tendrá que jugar su partido y hacer lo necesario para alcanzar el misma renombre de su madre. No va a ser fácil porque hay movimientos republicanos que podrían amplificarse con la muerte de la reina”.
En efecto, las corrientes republicanas han hecho que el poder del Reino Unido y de la misma Commonwealth se reduzca. Un buen ejemplo: cuenta la agencia EFE que, para 1952, cuando Isabel II asumió el poder, ella “era la máxima autoridad de 32 naciones”. Ahora, sin embargo, Carlos III solo será el jefe de Estado de 15 naciones.
Belaúnde anota: “Pero ojo que los países pueden ser parte de la Commonwealth sin tenerlo como jefe de Estado. Son cosas distintas”.
¿Otros países podrían seguir ese camino?
Para evitar especulaciones, EFE recuerda algunos datos y cifras. En Canadá -”donde existe cierto sentimiento republicano, aunque sin organización política”- y Australia -”que en 1999 celebró un referéndum que ganó la monarquía con el 55 % de los votos”- se podría volver a discutir públicamente el asunto.
Anthony Albanese, primer ministro australiano, ha declarado hace poco: “La república será una realidad”.
El Caribe también piensa en este asunto. Belaúnde agrega: “Habría que recordar que, hace poco, Barbados dejó de tener a Isabel II como jefa de Estado y se convirtió en una república”.
La agencia de noticias señala que el Reino Unido intentó evitarlo y envió a Guillermo y Catalina en una visita diplomática para que “sedujeran a los caribeños”. “La gira, sin embargo, fue calificada de ‘desastre’ de relaciones públicas en la prensa británica”.
Finalmente, en noviembre del año pasado, dicha nación caribeña tomó la decisión que puso “fin a los siglos de influencia de Gran Bretaña sobre la isla, que fue un centro para el comercio transatlántico de esclavos durante más de 200 años”.
A la ceremonia asistió el ahora rey Carlos III, quien “reconoció la ‘espantosa atrocidad de la esclavitud’ que sufrió la isla caribeña”.
Las naciones que la integran
Los 54 países miembros forman una comunidad que abarca unos 31 millones de kilómetros cuadrados y casi 2.500 millones de personas, casi la tercera parte de la población mundial. De las 54 naciones, Carlos III es el jefe de Estado simbólico de 15 de ellos: los conocidos como monarquías de la Mancomunidad. Esta es la lista completa:
En África figuran Botsuana, Camerún, Gabón, Gambia, Ghana, Kenia, Esuatini, Lesoto, Malaui, Mauricio, Mozambique, Namibia, Nigeria, Ruanda, Seychelles, Sierra Leona, Sudáfrica, Togo, Uganda, Tanzania, Zambia.
En Asia, Bangladesh, Brunéi, India, Malasia, Maldivas, Pakistán, Singapur, Sri Lanka.
En el Caribe y las Américas, Antigua y Barbuda, las Bahamas, Belice, Canadá, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Trinidad y Tobago.
En Europa, Chipre, Malta y el Reino Unido.
En el Pacífico, Australia, Fiyi, Kiribati, Nauru, Papúa Nueva Guinea, Samoa, Islas Salomón, Tonga, Tuvalu y Vanuatu.