La reina Isabel II murió este jueves en su castillo de Escocia. (JUSTIN TALLIS / AFP).
La reina Isabel II murió este jueves en su castillo de Escocia. (JUSTIN TALLIS / AFP).
Agencia EFE

La ha muerto a los 96 años, anunció este jueves el Palacio de Buckingham. El príncipe Carlos ya es el nuevo rey y permanecerá en el castillo de Balmoral junto a su esposa, la reina consorte Camila, hasta regresar el viernes a Londres.

”La reina murió en paz en Balmoral en Escocia esta tarde. El rey y la reina consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana”, reza el comunicado difundido por Buckingham.

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Isabel II gozó del reinado más longevo en la historia de su país, y uno de los más largos del mundo, tras haber celebrado este mismo año las siete décadas como monarca, su Jubileo de Platino.

Sus doctores habían anunciado esta misma mañana que había sido colocada bajo supervisión médica tras haber sufrido un deterioro de su salud, al tiempo que se mostraban “preocupados” por su estado.

A lo largo del día, los diferentes miembros de la Familia Real se trasladaron de urgencia a Balmoral para dar su último adiós a la reina.

El funeral de la reina

Si el funeral por (el ex primer ministro británico) Winston Churchill fue, según algunos analistas, “el réquiem del Reino Unido como gran poder”, el de la reina cobra una magnitud muchísimo mayor.

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También está todo organizado para el funeral de la soberana, cuya muerte deja abierta la puerta a un nuevo rey ya de avanzada edad -Carlos tiene 73 años-.

Como ocurriera en el funeral del duque de Edimburgo, el elemento militar será una constante durante los próximos días.

La oficina del lord chambelán -situada dentro de palacio- será el centro de operaciones, trabajando sobre un plan orquestado por el teniente coronel Anthony Mather, retirado en 2014, una figura clave en el funeral de Churchill en la llamada Hope Not (operación Esperemos que no”).

Los primeros planes para los preparativos de la muerte de Isabel II se remontan a los años 60 aunque se han introducido modificaciones, con reuniones dos o tres veces por año entre varios departamentos del Gobierno, la policía, el Ejército, medios de comunicaciones y la asociación Royal Park.

El objetivo: que todo salga perfecto durante estos próximos diez días de actos solemnes.

No obstante, en estas primeras horas hay detalles que, por ahora, solo Carlos conoce.

El Foreign Office lidia con las llegadas al país de dignatarios de todo el mundo, muchos de los cuales se alojarán en palacio y otros en el hotel Claridge’s y se prevén reuniones en el Parlamento de ambas Cámaras -Comunes (baja) y Lores (alta).

Al día siguiente se ondearán de nuevo las banderas y a las 11.00 Carlos sería proclamado rey en una ceremonia en St James’s aderezada con toda la pompa que la ocasión merece, en la que un funcionario de palacio leerá una declaración formal y en la que Carlos jurará proteger la Iglesia en Escocia.

El Parlamento se reunirá para acordar un mensaje de pésame y que los diputados rindan tributo a su Majestad en los Comunes. Toda la actividad parlamentaria quedará suspendida durante diez días.

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