La relación entre la reina Isabel II y Lady Di es un misterio que quizás nunca se revele.
Si bien es cierto que Diana fue considerada como la mejor candidata para casarse con el príncipe Carlos, lo que habían supuesto en un principio como un cuento soñado no salió como esperaban.
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Según las fuentes del palacio, cuando las cosas comenzaron a ir mal entre Diana y Carlos, Isabel le dio todo su apoyo a la princesa para que pudieran sacar su matrimonio adelante.
Por esas épocas, Diana comenzó a aparecer sin previo aviso por el palacio de Buckingham para hablar con la monarca.
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“Al principio, la reina tuvo una visión tolerante de estas visitas no programadas”, contaban sirvientes del palacio y agregan: “Por lo general, Diana estaba de mucho mejor humor cuando se iba que al llegar”.
Problemas de los príncipes Carlos y Diana
No es un secreto para nadie que el príncipe Carlos engañó a Diana cuando aún se encontraban casados. Además de esta infidelidad con Camila Parker, actual esposa de Carlos, otro de los problemas de la relación entre el heredero y su esposa Diana era la bulimia de la joven princesa.
En la biografía de Andrew Morton, el escritor reproduce una conversación entre Lady Di y la reina.
“La razón por la que nuestro matrimonio había ido cuesta abajo era porque el príncipe Carlos estaba pasando por un momento tan difícil por mi bulimia”, se escucha en el fragmento.
Sin embargo, según la biografía, Diana recibió el apoyo tanto de la reina como de Felipe de Edimburgo que intentaron ayudarla y comprenderla para que se recuperara y siguiera adelante.
De todas maneras, la reina Isabel no aprobaba ciertos comportamientos de Diana como miembro de la familia real.
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A la monarca no le gustaba el tipo de trato que la princesa tenía con el personal de servicio como cocineros, guardaespaldas y mayordomos con quienes hablaba de temas privados.
Tampoco podía entender los desequilibrios psicológicos de Diana que, por momentos, tenía reacciones exageradas y desesperadas ante la indiferencia de su esposo el príncipe Carlos.
Además, la reina no pudo perdonarle que, en la entrevista de 1995 con Martin Bashir, haya confesado que tuvo una relación con James Hewitt, un exoficial de la guardia real.
Por otro lado, Isabel II sintió como una traición de parte de Diana que ésta, en la misma entrevista con la ‘BBC’, haya dicho que Carlos no era apto para ser rey y que no creía que llegara a serlo.
Sumado a eso, Isabel no pudo aprobar que Diana filtrara los acuerdos económicos a la prensa cuando se separó.