Barcelona [EFE]. Un triángulo amoroso que acabó en muerte sienta en el banquillo este lunes a una pareja de exagentes de la policía local de Barcelona, acusados de matar a otro compañero, novio de la acusada, y de pretender incriminar al exmarido de ella.
El caso, que ha despertado un gran interés en España, cuenta con todos los ingredientes de un folletín: sexo, celos, traición y venganza, con final sangriento.
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En mayo de 2017 el agente Pedro Rodríguez fue asesinado en la casa que compartía con su pareja, ahora acusada, y su cuerpo apareció quemado en su carro en un paraje rural.
Rosa Peral, de 36 años, y Alberto López de 39, los dos policías locales de Barcelona acusados de asesinarlo y en prisión preventiva, se enfrentan a una pena de 25 años ella y 24 él, según solicita la Fiscalía, sobre lo tendrá que decidir un jurado popular.
UN TRIÁNGULO AMOROSO MORTAL
Según mantiene el ministerio público, los dos procesados, que eran amantes, ejecutaron “un plan criminal preconcebido” para acabar de “forma violenta” con la vida de la pareja sentimental de ella en el domicilio que ambos compartían, e incriminar en el crimen a un tercero, el exesposo de la acusada.
Peral y López, que se conocieron en su trabajo como policías locales, iniciaron una relación sentimental en el 2012, cuando ella estaba casada y vivía con su marido.
Meses antes de la separación del matrimonio, que ocurrió en diciembre del 2016, Rosa Peral emprendió una tercera relación sentimental con el fallecido, también agente municipal, que mantuvo en paralelo con las otras dos.
Cuando Alberto López descubrió el vínculo sentimental que mantenían Rosa Peral y la víctima, en venganza, decidió desvelarle que la mujer había estado simultaneando ambas relaciones, según la Fiscalía, que cree que ello generó “un clima de celos recíprocos” entre el fallecido y la procesada.
En ese contexto, sostiene la acusación pública, dos meses antes del presunto asesinato los acusados iniciaron un “paulatino acercamiento” como amantes, hasta que llegaron a la conclusión de que el fallecido, “por diversas razones, obstaculizaba su relación”.
Por ello, los acusados mataron a la víctima en su domicilio de la localidad barcelonesa de Vilanova y la Geltrú.
Posteriormente, según las conclusiones del fiscal, los encausados, utilizando sus conocimientos como policías, introdujeron el cuerpo sin vida de la víctima en el maletero de su carro y le prendieron fuego en una pista forestal.
Pero antes pasaron por las inmediaciones de la casa del exmarido de la guardia local para dejar en cerca el celular de la víctima y así tratar de incriminarlo.
Por enrevesado que parezca el caso, el fiscal afirmó este lunes que "desgraciadamente, el mal gratuito existe" y calificó este triángulo amoroso de "red de mentiras, manipulaciones y toxicidad".
SUCESO DE FOLLETIN PARA UN JURADO POPULAR
Este suceso truculento ha inspirado libros como “Solo tú me tendrás” (2019), a medio camino entre el relato periodístico y la novela negra, escrito por el periodista Toni Muñoz, quien convirtió a la acusada en la protagonista de la obra.
También “29 balas y una nota de amor” (2018), del periodista Alfonso Egea recrea la investigación de este crimen.
A partir de este lunes, los dos expolicías locales, que según Muñoz se culpan mutuamente del crimen, se volverán a ver las caras por primera vez en dos años, para defenderse de la acusación de asesinato.
Un jurado popular, integrado por cinco mujeres y cuatro hombres, juzgará los hechos para después decidir sobre la culpabilidad o inocencia de los acusados.
Está previsto que el juicio dure algo más de mes y medio, durante el que declararán más de cincuenta testigos y se verán una veintena de pruebas periciales e informes.