Bisontes, caballos, renos, leones, panteras y hienas.
Sus perfiles sobre la roca quitan el aliento y transportan al espectador al mundo que los hombres habitaban -y que representaron con especial destreza pictórica- hace 35.000 años.
La cueva de Chauvet, en Francia, alberga uno de los mayores y más antiguos tesoros de arte rupestre del mundo.
Está cerrada al público para preservar las pinturas, pero la BBC pudo entrar al recinto y filmar las impresionantes figuras que una vez imaginaron y pintaron aquellos hombres.
Para promover y proteger al mismo tiempo el extraordinario arte de la cueva, Francia inauguró una ambiciosa reconstrucción.
La caverna, en la región sureña de Ardeche, fue descubierta en 1994 pero se selló casi inmediatamente para no estropear el tesoro artístico.
A un costo de 55 millones de euros, las autoridades francesas construyeron la réplica para darle una oportunidad al público de experimentar lo que se siente el ver las pinturas y dibujos al tiempo que se preservan los originales.
La BBC, sin embargo, tuvo acceso exclusivo a la cueva original.