Cuando se pregunta a los mexicanos si conocen al equipo que les representa en los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi 2014, es común escuchar esta respuesta: "¿Es broma?".
Pero no lo es. México, donde por su clima y condiciones geográficas es virtualmente imposible esquiar sobre nieve natural, tiene desde hace 30 años a un participante habitual de las olimpiadas invernales: el príncipe Hubertus von Hohenlohe.
Su familia pertenece a la casa real de Württemberg de Alemania, donde existió hasta principios del siglo pasado antes que se aboliera la monarquía como forma de gobierno.
El padre del atleta, el príncipe Alfonso von Hohenlohe-Langenburg, era un importante ejecutivo de la empresa Volkswagen en México cuando nació su hijo en este país.
Hubertus es mexicano por nacimiento y por decisión pues nunca renunció a esa nacionalidad, aunque su residencia habitual está en Austria.
Tiene 55 años de edad, ha participado en juegos olímpicos de invierno desde 1984 y ahora es uno de los deportistas más longevos en estas competiciones.
Y siempre con la bandera mexicana, algo de lo que está orgulloso como repite en conversaciones con periodistas. "Para mí nunca fue una duda, sabía que quería esquiar y competir por México", señaló recientemente.
Se nota. Para participar en los juegos de Sochi el príncipe Hubertus von Hohenlohe utilizará un traje que imita a un atuendo de mariachi, uno de los conjuntos musicales más icónicos de México.
De hecho el esquiador ha dicho en broma que los medios pueden referirse a él como "El Príncipe Mariachi".
No es la primera vez que elige un uniforme con referencias a su país de nacimiento. En las competencias invernales de Vancouver vistió un traje con estampas de un bandido mexicano, al que llamó El Desperado.
"ARRIBA DE MARTE"
En pantalla la toma aérea de una villa junto al mar, donde destaca un faro y detrás la fachada de un hotel con enorme alberca en medio.
La toma desde un helicóptero recorre en segundos el complejo, casi tan rápido como la música. De pronto aparece un hombre rubio, con saco amarillo y pantalones naranja que canta, en inglés, el tema Más Alto que Marte.
Es el príncipe Von Hohenlohe en una de sus facetas, la de intérprete de música pop. En este género se llama Andy Himalaya y su grupo es Royal Disaster, con quien ha grabado al menos ocho discos.
La música es una parte de su vida cotidiana: también es empresario, fotógrafo, documentalista y fundador de la Federación Mexicana de Deportes de Invierno.
Esto lo hizo en 1981, tres años antes de participar en sus primeros juegos olímpicos de invierno en Sarajevo 1984. La aparición de un esquiador que bajo una pertinaz nevada ondeó una bandera mexicana al terminar su recorrido, sorprendió a México.
Entonces, como ahora, eran muy pocos los que esperaban ver a un paisano en una competencia ajena a la mayoría de los mexicanos.
Hubertus repitió la escena cuatro años después en los juegos invernales de Calgary, y luego en Albertville, Lillehammer y Vancouver. En Sochi, reconoce, será la última vez que participe en juegos olímpicos invernales.
PRIMERO EL ARTE
Aunque es más conocido por las competencias olímpicas, para el príncipe Hubertus eso representa una parte de sus intereses que la mayor parte del tiempo se concentran en dos actividades: el arte, y la fotografía.
Recientemente presentó una exposición producto de un viaje que realizó a México que, confiesa, aún no termina de conocer, y en Austria participó en la realización de una serie televisiva que tuvo regular éxito.
Es como le gustaría difundir al país donde nació en 1959 pues "por la forma como esquío", dijo en entrevistas a medios locales, la tarea es más difícil.
Ciertamente la participación del atleta mexicano en las olimpiadas de invierno ha sido testimonial, pues hasta ahora no ha logrado colocarse entre los primeros 20 finalistas en las distintas competencias de esquí, donde compite.
Pero eso no es lo importante, dijo después que fue abanderado por el Comité Olímpico Mexicano antes de viajar a Sochi. "Soy un embajador de este país, un embajador con estilo de vida y una fuerza humana que va más allá del resultado", asegura.