Redacción EC

Siempre son mencionadas en el contexto de una guerra, en el ámbito de acción de grupos terroristas, en conflictos armados, pero nunca han sido usadas. Ahora, en plena contraofensiva de las fuerzas de en los territorios ocupados por las tropas de , las “bombas sucias” vuelven estar en el centro de la noticia mundial luego de que Moscú advirtiera que Kiev planea usarlas.

Rusia aseguró en los últimos días, sin mostrar evidencias, que para culpar a Moscú de utilizar armas de destrucción masiva y generar una dura respuesta de los aliados de Occidente. Esta acusación fue inmediatamente rechazada por Kiev. Además, países como Francia, Estados Unidos y el Reino Unido han asegurado que se trata de un “pretexto para una escalada” militar rusa.

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Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, le dijo a CNN que su oficina rechazaba “los informes sobre las acusaciones falsas del ministro Sergei Shoigu de que Ucrania se está preparando para utilizar una bomba sucia en su propio territorio”.

Soldados estadounidenses visten equipo de guerra química durante un ejercicio militar conjunto con Corea del Sur, el 3 de marzo de 2011. (FOTO AFP / JUNG YEON-JE).
Soldados estadounidenses visten equipo de guerra química durante un ejercicio militar conjunto con Corea del Sur, el 3 de marzo de 2011. (FOTO AFP / JUNG YEON-JE).

Por su parte, el presidente de Ucrania, , rechazó la acusación rusa. “Solo hay un individuo que puede utilizar armas nucleares en nuestra parte de Europa, y esta persona es la que ordenó al camarada Shoigu que llamara a alguna parte”, dijo, en referencia al presidente de Rusia, Vladimir Putin.

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Pero, ¿qué es una bomba sucia?

También conocida como arma radiológica, la bomba sucia es un explosivo convencional, como por ejemplo la dinamita, enriquecido con material radiactivo que se disemina al estallar, siguiendo una doctrina de uso similar a la de las armas químicas, explica la agencia EFE.

El material radiactivo que se emplea es de uso civil y relativamente fácil de hallar, como el cesio-137, utilizado en todo el mundo en medicina y la industria.

Son mucho más fáciles y baratas de construir que un dispositivo nuclear y también mucho menos peligrosas a escala masiva.

Pese a contener elementos radiactivos, las bombas sucias no son armas atómicas, que requieren una compleja reacción nuclear de fusión, y su alcance y el daño que pueden generar es solo una fracción ínfima del que es capaz el armamento atómico.

Pero la sola mención de la bomba sucia genera una gran alarma entre la población porque su composición incluye elementos radiactivos que se liberan en el aire.

La agencia AP explica que hubo dos intentos fallidos por detonar una bomba sucia en Chechenia, Rusia, hace más de dos décadas.

En noviembre de 1995, el líder checheno Shamil Basáyev anunció que un contenedor radiactivo se encontraba en el parque moscovita de Izmáilovo. En el contenedor había Cesio-137 y su nivel de radiación superaba cien veces la norma, aunque las autoridades rusas descartaron que pudiera poner en serio peligro la salud de la gente.

“Una bomba sucia es realmente fácil de fabricar”, aseguró a la AP Scott Roecker, vicepresidente del programa de seguridad de materiales nucleares de The Nuclear Threat Initiative, una organización sin ánimo de lucro con sede en Washington. “Es un artefacto rudimentario”, agregó.

La amenaza de una bomba sucia. (AFP).
La amenaza de una bomba sucia. (AFP).

¿Qué daños puede causar?

La agencia AP manifiesta que el número de víctimas y el alcance de los daños de una bomba sucia dependen de muchas variables.

Un factor clave es la cantidad y el tipo de explosivos convencionales que se utilicen, que determinan la magnitud de la explosión.

En el caso de las bombas sucias, el elemento radiactivo apenas eleva directamente la letalidad del explosivo, pero en teoría sí podría generar una contaminación en el área afectada que amplifica los efectos de un ataque con armamento convencional, explica EFE.

Sin embargo, la dispersión provocada por el explosivo genera un efecto de “dilución” del contaminante en el ambiente, reduciendo drásticamente la dosis radiactiva que sufrirían las potenciales víctimas.

Por ello, por encima de sus posibles efectos destructivos, los expertos señalan la capacidad que este armamento tiene de generar alarma entre la población.

Nunca utilizadas en combate

Ningún ejército del mundo incluye entre su armamento las bombas sucias, según un estudio publicado en 2021 por el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) del Ministerio de Defensa de España, que precisa que solo algunos grupos terroristas, principalmente islamistas radicales y supremacistas de Estados Unidos, barajan su posible utilización.

En la guerra de Corea (1950-1953) Estados Unidos se planteó y descartó su uso, señala el informe del IEEE, pero fue Saddam Hussein, en la década de 1980, quien estudió su incorporación a un ejercito regular con el objetivo de eludir las prohibiciones internacionales sobre armas nucleares. Finalmente también abandonó el proyecto.

Según científicos de la ONU, Irak habría ensayado en 1987 la explosión de una bomba radiológica, desestimada por la baja letalidad.

Expertos militares señalaron sin embargo que su explosión en un lugar determinado y en condiciones meteorológicas que hicieran posible la dispersión de los materiales fisibles sí podría convertirse en “fuente de sustancial contaminación radiactiva”.

¿Qué tan peligrosa es?

Una bomba sucia probablemente causaría un número limitado de muertes. Su principal impacto es psicológico, por lo que este tipo de artefactos suelen denominarse “armas de perturbación masiva”.

Las bombas sucias no son de uso en el campo de batalla, sino que se despliegan más en zonas urbanas, afirmó Scott Roecker.

“Son más bien un arma psicológica. Cuando se intenta asustar a la gente, intimidarla, se utiliza un arma como ésta”, agregó.

El polvo y el humo radiactivos pueden extenderse mucho y son peligrosos si se inhalan cerca del epicentro de la explosión. La nube radiactiva se extendería probablemente por varias cuadras, de acuerdo con Roecker. Pero a medida que el material radiactivo se propaga por la atmósfera, se vuelve menos concentrado y menos dañino.