El gesto captado hoy por las cámaras en Westminster cuando el rey Carlos III se molestó por un tintero que entorpecía su firma del documento real y dio su orden, con fastidio, a un ayudante para que realizara una tarea que él mismo podría haber hecho, recordaron algunos conocidos TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) del nuevo monarca, que fueron saliendo a la luz a lo largo de los años por boca de quienes estuvieron a su servicio.
Mientras firmaba los documentos oficiales en la ceremonia de proclamación, el hijo de Isabel II tuvo un gesto particular para con los asistentes que se encontraban en el salón que rápidamente se viralizó en redes sociales e incluso se convirtió en un meme.
Sentado en el escritorio, lapicera en mano (un regalo de sus hijos William y Harry), Carlos miró a uno de los hombres en el lugar y agitó una de sus manos para que le despejaran el lugar y pudiera así avanzar en la firma, protocolo dispuesto de manera puntillosa.
Mira: Los príncipes Guillermo y Harry aparecen juntos con sus esposas en Windsor
Criado desde la cuna con un ejército de ayudantes a su alrededor, el rey Carlos III tiene algunas obsesiones en sus rutinas y no está acostumbrado a las tareas mínimas.
En el documental “Serving the Royals: Inside the Firm”, el exmayordomo de la Princesa Diana, Paul Burrell, hizo revelaciones sobre las conductas de Carlos: “Su pijama se plancha todas las mañanas, al igual que los cordones de sus zapatos. El tapón de la bañera tiene que estar en una posición determinada y la temperatura del agua tiene que ser simplemente tibia”.
Por otra parte, según este relato, para lavarse los dientes, Carlos no manipula la pasta dentífrica. Son sus ayudantes de cámara quienes deben dejar 2,5 centímetros de pasta de dientes sobre el cepillo todas las mañanas, minutos antes de que Carlos se higienice.
El chef real del Príncipe de Gales, Darren McGrady, también compartió cómo es el desayuno del nuevo rey.
“La instrucción era colocar dos ciruelas y un poco de jugo en el tazón y enviárselo para el desayuno. Le mandaba dos ciruelas y él dejaba una para que volviera a mis manos y yo la regresara al frasco. Una mañana pensé en ponerle solo una. La envié al comedor, me mandó a llamar y me preguntó: ‘¿Tienes dos, por favor?’. Así que tuve que seguir enviándole dos cada mañana y me devolvía una”, explicó McGrady.
Muchas de estas obsesiones se conocen por los particulares pedidos de Carlos cuando realiza viajes al exterior. Las giras del Príncipe Carlos tienen una serie de solicitudes extrañas, muchas de ellas exóticas, y que reflejan la personalidad del rey de Inglaterra, según el adelanto de la nueva publicación de Tina Brown.
En el libro, que saldrá a fin de mes, la autora cuenta que el Príncipe de Gales envía su cama, muebles e incluso fotos de adornos un día antes de salir hacia su destino.
Cuando este año viajó a Canadá por una de las actividades oficiales del Jubileo de Platino, tuvieron que trasladar la cama ortopédica que utiliza, el asiento del inodoro y el papel higiénico Kleenex Velvet.