Fráncfort. ¿Cuándo entra un país en suspensión de pagos? Es la cuestión que enfrenta ahora Grecia. Al no devolver Atenas al Fondo Monetario Internacional (FMI) un crédito que expiraba el martes surge ahora la pregunta de cuándo entra un Estado en suspensión de pagos y qué significaría el default griego.
A continuación seis claves para entender la situación del país europeo:
1) ¿Está Grecia ya en bancarrota?
Desde el punto de vista jurídico no se puede responder a esta pregunta de forma contundente porque para estos casos no hay derecho de quiebra como en lo hay para empresas y consumidores.
Desde el punto de vista económico, las cosas son más claras: desde hace cuatro años Grecia sólo es capaz de cumplir con sus compromisos financieros gracias a que los acreedores públicos le otorgan créditos por montos que no quieren conceder los acreedores privados.
Dicho claramente: Si los restantes países de la Eurozona y el FMI no hubieran brindado ayuda, Grecia tarde o temprano no podría pagar salarios, jubilaciones o intereses. Independientemente de eso, ya hubo una quita de deuda en el 2012 por parte de acreedores privados como bancos. La quita se produjo aparentemente de forma voluntaria, pero prácticamente fue una quiebra.
2) ¿Por qué es tan inminente el peligro de quiebra?
Por la escalada en el conflicto entre Grecia y sus acreedores, los demás países de la Eurozona y el FMI. En la noche del martes expiró el segundo programa de ayuda a Grecia, después de que la alianza de gobierno de Alexis Tsipras rechazase las reformas y los ajustes vinculados a estas ayudas.
El Gobierno heleno tampoco puede contar con el respaldo europeo debido a que Grecia está atrasada con los pagos al FMI. A esto se suma que la mayor parte de los acreedores particulares no están dispuestos a otorgar créditos a Grecia. El país sureuropeo carece de suficientes ingresos para financiar sus gastos y reducir la deuda. Por eso se encamina nuevamente hacia la bancarrota.
3) ¿Qué trae aparejado el impago al FMI?
Ni siquiera los expertos tienen claro qué sucederá. En el peor de los casos, algunos países de la eurozona podrían exigir el pago inmediato de ciertos créditos. Los economistas del banco estadounidense JP Morgan dudan de que la cosa llegue tan lejos y creen que los efectos serán más limitados.
Por dos razones: por un lado, el FMI es un acreedor público y por el otro, el fondo concedió créditos directos a Atenas y no adquirió bonos soberanos griegos. Estos dos factores son decisivos para la calificación de las agencias como Standard & Poor's, Moody's o Fitch, que se dedican a evaluar la solvencia de morosos desde la perspectiva de los inversores privados.
4) ¿Qué postura han tomado el FMI y los fondos europeos de rescate FEEF y MEDE?
Después de que Grecia no pagara los 1.500 millones de euros que vencían el martes, el FMI declaró a Grecia "en mora", lo que significa que no podrá recibir más ayudas hasta que no haya saldado esta deuda. Los fondos europeos comunicaron que no tomarán decisiones unilaterales. "El FEEF coordinará estrechamente sus próximos pasos con el eurogrupo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional".
5) ¿Qué papel juega el Banco Central Europeo?
El BCE juega un rol decisivo. A diferencia del FMI, el BCE compró bonos soberanos griegos a gran escala para salvar a Grecia cuando quedó al borde del precipicio financiero. Atenas debe pagar una parte el 20 de julio, algo que no conseguirá hacer sin ayuda de los acreedores públicos.
Las consecuencias para el BCE serían dramáticas porque el impago significaría que el banco emisor acabaría financiando al Estado griego de forma permanente, algo que prohíben los estatutos de la entidad. El BCE podría reducir o suprimir los créditos de emergencia que mantienen con vida a la banca griega. Esto, a su vez, pondría en peligro la existencia de los bancos y sumiría la economía griega en el caos, según un estudio del JP Morgan.
6) ¿Qué importancia tienen los acreedores privados?
Los acreedores privados son muy importantes, a pesar de que su participación es mucho menor que la de los públicos. Según los expertos, Grecia debe cuidarse de no entrar en mora con los acreedores privados porque esto la dejaría fuera del mercado de capitales durante años y porque las agencias la rebajarían a la categoría de "default" o "default selectivo (parcial)".
Si lo hiciese, el BCE se vería obligado a cerrar las líneas de créditos de emergencia. Además, esto traería aparejado una cascada financiera: se produciría lo que se conoce como "cross default" o incumplimiento cruzado, es decir que tenedores de otros bonos griegos exijan el pago antes del vencimiento. También se podrían activar los seguros de impago ("Credit Default Swaps", CDS).
Fuente: DPA