París. Los selfis con un tigre o un cachorro de león parecen estar de moda en Francia, hasta el punto de que las autoridades confiscaron en un año seis felinos, a menudo en mal estado de salud.
Los policías descubrieron el lunes en un Lamborghini verde que circulaba por los Campos Elíseos de París un hombre que se fotografiaba con un león pequeño, colocado en el asiento del copiloto.
Tras asegurar a los agentes que se trataba de su gato, el hombre, de 33 años, fue detenido por poseer una "especie animal no protegida" y "conducir sin permiso".
En Francia, está prohibido tener un animal salvaje sin una declaración en la prefectura y un certificado de capacidad.
El individuo se limitó a decir luego que el león, llamado Putin, pertenecía a un "amigo", según una fuente cercana al caso.
El mismo argumento fue esgrimido por un treintañero condenado a seis meses de prisión en octubre, que aseguró ser un "enamorado de los animales". Este había publicado varios videos en las redes sociales en los que aparecía una leona de dos meses mordisqueando la cabeza de un joven o andando por la calle. Luego, la había puesto a la venta por 10.000 euros.
"Cada vez hay más indicios de que la gente se está fotografiando con pequeños felinos", explicó a la AFP Arnauld Lhomme, investigador de la Fundación 30 Millones de Amigos, que se hizo cargo del león de los Campos Elíseos.
Otros cuatro felinos fueron recuperados en Francia recientemente: dos cachorros de león, un lince y un tigre bebé.
"Los leones podrían venir de circos (...) pero todavía no lo hemos podido demostrar", dijo.
"Las personas se apropian de ellos para presumir", pero "no saben cómo ocuparse de ellos", lamentó Lhomme. Algunos, como el de los Campos Elíseos, se hallan en un estado físico preocupante.
"Le habían seccionado la cola, tenía un problema en una pata trasera y estaba deshidratado", aseguró, a la vez que explicó que uno de los leones confiscados previamente "no tenía ni un solo pelo en la cabeza. Creíamos que iba a morir".
Otro felino, hallado en una jaula de un apartamento en 2017, se hallaba "en un mal estado general, sufría probablemente por el hecho de haber sido apartado de su madre de forma precoz y por una alimentación inadaptada". Fue introducido en una reserva sudafricana.
Desde el Golfo Pérsico
"Realmente es una vergüenza", dijo Reha Hutin, presidenta de la organización 30 Millones de Amigos. "Agarran estos bebés y se toman selfies con ellos para ponerlos en las redes sociales".
Hutin dijo que cree que hay cientos de cachorros en situaciones parecidas.
"Uno puede comprar un cachorro por menos de lo que cuesta un perro. Cuesta 300 euros (340 dólares) y entonces los compran a los circos", dijo.
La activista cree que la práctica llegó a Francia de países del Golfo Pérsico. La organización trabaja con un santuario en Jordania para felinos abandonados.
Gente rica en el Golfo Pérsico posa con cachorros y "se toman fotos en el auto", dijo. "Una vez que ellos (los cachorros) crecen, los abandonan".
"Lo terrible es que está llegando a Francia. Hemos rescatado literalmente a cuatro cachorros en los últimos seis meses porque ellos están copiando a esos tipos".
Fuente: AFP / AP