Las bolsas europeas se derrumbaron hoy arrastradas por el pánico que creó la quiebra de dos bancos en Estados Unidos. Un temor que persistió a pesar de los intentos de las autoridades del Viejo Continente de tranquilizar a los mercados.
Imposible para las instituciones financieras europeas escapar al movimiento de aversión que provoca el riesgo, aun cuando esos movimientos sean de menor amplitud que durante la crisis del Covid o la gran crisis financiera de 2008.
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En París, el CAC 40 terminó en baja de 2,9% a 7011, 5 puntos. El Footsie británico perdió 2,58% y el DAX alemán 3,04%. El índice EuroStoxx 50 abandonó 2,99%, el FTSEurofirst 300 en 2,28% y el Stoxx 600 2,34%.
En gran dificultad debido al aumento acelerado de las tasas de interés en Estados Unidos, el SVB Financial Group, que opera con el nombre de Silicon Valley Bank (SVB), se desmoronó en la Bolsa la semana pasada tras un sorpresivo aumento de capital destinado a cubrir una pérdida consecutiva a la cesión de una cartera obligataria.
Las medidas anunciadas este fin de semana por la Fed para conjurar la amenaza de un retiro de depósitos de los clientes, sobre todo la disponibilidad de fondos para los bancos que los necesiten, no consiguió calmar en Europa las inquietudes sobre el impacto que tendría la quiebra en el conjunto del sector.
Los comentarios de varios responsables de la zona euro, que desecharon o minimizaron el riesgo de contagio de las instituciones del continente, tampoco lograron devolver la tranquilidad.
Un alto responsable del Banco Central Europeo (BCE) declaró hoy que los bancos de la zona euro están bien financiados y son más prudentes que el SVB, que prestaba principalmente a las start-ups tecnológicas. Lo mismo afirmaron del neoyorquino Signature Bank, cerrado también durante el fin de semana.
“El control de los bancos de mediana envergadura en Europa es más estricto, sobre todo en lo que concierne a la financiación y la liquidez”, declaró Marco Troiano, director de Scope Ratings, destacando que nunca hubo vuelta atrás en las reglamentaciones que se aplicaron en Europa después de la crisis de 2008, “contrariamente a lo que sucedió en Estados Unidos”.
Reunidos en Bruselas, los ministros de Finanzas y el comisario europeo para la Economía, Paolo Gentiloni, también declararon que no veían riesgos de contagio en la zona euro. En Francia, el ministro de Economía, Bruno le Maire, aseguró que “no hay alerta específica” en el sector bancario-financiero.
En Alemania, la Bundesbank prefirió por su parte convocar una reunión de crisis para evaluar los posibles efectos del derrumbe del SVB, a pesar de que, en Washington, el presidente Joe Biden estimó hoy que las medidas de urgencia tomadas por los reguladores deberían convencer a sus conciudadanos de que el sistema bancario es seguro. Biden prometió al mismo tiempo una reglamentación bancaria más estricta.
En todo caso, los problemas de SVB pesaron hoy en particular sobre el sector bancario (-5,65%), de las finanzas (-3,76%) y el de los seguros (-3,56%). En el sector de los valores, Commerzbank perdió 12,7%, Société Générale 6,2%, BNP 6,8%, Crédit Suisse 9,5%, Sabadell 11,8% y Santander 7,3%.
Por el contrario, HSBC ganó 4,1% tras anunciar hoy que compró por una libra esterlina la filial británica de SVB.
También los analistas estiman poco probable el riesgo de un contagio directo en Europa. Se inclinan más bien por una inestabilidad producto de un efecto psicológico.
“Los movimientos que observamos actualmente son más una indicación de estrés que otra cosa”, afirma Piet Christiansen, analista jefe en la Danske Bank.
Al cierre en Europa, la Bolsa de Nueva York operaba en verde, en una sesión donde la negociación de acciones tuvo que ser interrumpida varias veces debido a la volatilidad: el Dow Jones ganaba 0,009%, mientras que el Standard & Poor’s 500 registraba +0,25% y el Nasdaq Composite +0,91%. Por su parte, los bancos norteamericanos Morgan Stanley y J.P. Morgan operaban en baja, -1,8% y -2,4% respectivamente a las 16:50 GMT.
En el mercado de cambios, la perspectiva de una Fed menos agresiva pesaba sobre el dólar, que hoy abandonó 0,97% frente a una cesta de divisas de referencia. El euro aprovechó la ocasión para elevarse +0,86% a 1,0738 dólares.
Pero la febrilidad de los mercados financieros no tiene nada de irracional. La caída del SVB cristaliza, en efecto, las inquietudes que los inversores manifiestan desde hace meses, a la vez, por el mercado obligatorio, la capacidad de las empresas de la tech para financiarse y la curiosa resistencia de los mercados de acciones.
“Es raro que las fases de endurecimiento monetario no creen accidentes. Y, desde 2022, los mercados experimentaron el aumento de sus tasas más rápido en 40 años”, señala Christiansen.
Las inquietudes sobre los bancos y la tech se reforzaron ya que el episodio SVB se produce justo después de la quiebra de Silvergate, el banco de las criptomonedas, que anunció el jueves pasado su liquidación. El temor de los inversores es que ya esté en marcha un “efecto dominó”.
Por Luisa Corradini