Cuando el próximo 19 de junio el rey Juan Carlos I de España delegue el trono oficialmente en su hijo Felipe de Borbón, la corona no será lo único de lo que va a desprenderse: también quedará despojado de su inviolabilidad, el privilegio por el cual no puede ser juzgado en tribunales por ninguna razón.
Durante los 39 años de su reinado, Juan Carlos de Borbón contó con una protección constitucional que le otorgaba el artículo 56.3 de la Carta Magna, un derecho que le está reservado al monarca español desde 1978.
"En el momento en que se publique en el Boletín Oficial del Estado la proclamación del nuevo rey se producirá un cese de la condición del actual monarca. Desde ese momento ya no será inviolable", le explica a BBC Mundo la catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Yolanda Gómez.
Posibles reclamos de grupos antimonárquicos y demandas de presunta paternidad serían algunas de las acusaciones que se especula podrían salir a la luz próximamente.
Sin embargo, y a pesar de las conjeturas en torno al tema, el principio de inviolabilidad seguiría siendo válido para posibles delitos cometidos durante su reinado.
"No se puede pedir responsabilidad a posteriori por actos que acontecieron antes de la abdicación. En materia penal, laboral, civil… En ninguna de las ramas del derecho", afirma la constitucionalista.
En cambio, sí se podría abrir una causa si el presunto delito se cometiese tras la proclamación de Felipe VI. Frente a esto, el gobierno, la Corona y los principales partidos políticos trabajan en fórmulas para blindar legalmente a Juan Carlos de Borbón.
Más protegido que el resto
Algunos hablan de una reforma constitucional, pero la tesis que cobra más fuerza es la de otorgarle fueros a través de una modificación a la Ley Orgánica del Poder Judicial, iniciada meses atrás por el gobierno español. No obstante, habrá que esperar hasta el 19, día de la sucesión, para conocer su verdadera situación legal.
Desde los partidos de izquierda se denuncia esto como un intento por mantener la inviolabilidad del rey abdicado. "Sería anticonstitucional", le dice a BBC Mundo el diputado de Izquierda Unida Alberto Garzón.
"Se puede modificar la Constitución pero es probable que se apruebe alguna ley para aforar al que sería ya ciudadano Juan Carlos de Borbón. Lo quieren mantener más protegido de lo que estaría un ciudadano cualquiera", señala.
El aforo permitiría que las causas por actos posteriores a la abdicación se diriman ante el Tribunal Supremo y no en tribunales ordinarios. De acuerdo con Yolanda Gómez esa figura "no exime de responsabilidad sino que establece un procedimiento para evitar que personas que han ocupado cargos muy relevantes, como el rey, no se vean continuamente con la necesidad de acudir a los tribunales".
Desde la Casa Real esta opción es precisamente la apuesta más fuerte. "Un aforamiento sería razonable y oportuno para evitar disparates", comentó un portavoz citado por medios locales.
Esta postura cuenta con el respaldo del presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, quien dijo este miércoles que no cabe duda que el rey debe gozar de ese privilegio. El aforamiento, dijo, "es un mecanismo de defensa frente a posibles perturbaciones".
Sin debate
Muchos creen que el PP y el PSOE (las dos principales fuerzas políticas del país, respectivamente: Partido Popular, hoy en el gobierno, y Partido Socialista Obrero Español, principal grupo opositor) velan por la estabilidad de la monarquía.
No obstante, no faltaron las voces que pedían una consulta popular sobre la continuidad de la monarquía parlamentaria cuando el asunto de la sucesión fue tratado en el Congreso.
La propuesta no fue admitida a debate en esa cámara, donde la Ley Orgánica de Abdicación fue aprobada con el 85% de los votos. Ahora pasará al Senado, donde será tratada el próximo 17 de junio.
"La aprobación de esa ley fue una barbaridad jurídica. Hemos presentado un texto alternativo que incluía la compatibilidad de un referendo. Nos han impedido poder votar esa opción", dice el diputado Alberto Garzón.
¿Condes de Barcelona?
En los próximos días se aclararán otras inquietudes en torno a la familia real. Por ejemplo, el título que poseerán los actuales reyes. Hay quienes apuestan que serán condes de Barcelona, título que ostentaron sus padres.
"En estos tiempos sería un error grave que un título de soberanía propio del rey de España, como el Condado de Barcelona, quedase en manos de una persona diferente a él", advierte a BBC Mundo José Luis Sampedro, vicepresidente de la Asociación de Diplomados en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria.
Fuentes de la Casa Real citadas por la prensa local afirmaron que el tratamiento y los honores que recibirán Juan Carlos y su esposa Sofía deben definirse en un decreto. El anuncio estaría en manos de Felipe VI.
También existen versiones encontradas sobre la situación de las infantas Elena y Cristina (hermanas de Felipe). Desde Izquierda Unida creen que deberían tener la misma condición que cualquier ciudadano pero sospechan que, con la modificación a la Ley Orgánica del Poder Judicial, el gobierno tiene algo previsto. "Por supuesto, desconocemos qué preparan (el presidente Mariano) Rajoy, (el líder del PSOE Adolfo Pérez) Rubalcaba y la Casa Real sobre esto", dice Garzón.
Desde el punto de vista nobiliario, la catedrática de la UNED, Yolanda Gómez, aclara que las infantas son infantas por una condición biológica de ser hijas de rey o reina: "Así que nacen y morirán infantas".
Monedas
También mantendrían sus títulos como duquesa de Lugo y duquesa de Palma de Mallorca y continuarían recibiendo el tratamiento de Alteza Real Infanta de España, según Sampedro. No sólo ellas: también las hermanas de Juan Carlos, doña Margarita y doña Pilar.
Otra cosa es que las hijas del actual rey aparezcan más o menos en actos oficiales por las circunstancias particulares. Por ejemplo, la infanta Cristina tiene apariciones escasas. Se verá, según los actos judiciales a los que se enfrenta, si esto cambia o no", dice Sampedro.
El especialista apunta que a mediano-largo plazo también se conocerá cómo se verá el rostro de Felipe VI en las monedas, billetes y sellos postales.
"Cuando el actual rey llegó al trono pasó tiempo hasta que se retiraron las monedas de Francisco Franco. Las dos monedas circularon a la vez. Es un proceso caro pero, en unos meses, se irá avanzando en unas primeras emisiones de acuñaciones".