Kiev. El nuevo fiscal general de Ucrania, Ruslán Riaboshapka, hará una auditoría de todos los casos que sus predecesores cerraron, entre ellos 15 relacionados con el propietario de Burisma, la compañía gasística en cuya junta directiva estuvo Hunter Biden, hijo del exvicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.
► Trump pide a China que investigue al hijo de Joe Biden por sus negocios
► Joe Biden critica “abuso de poder” y “grotesca selección de mentiras” de Donald Trump
► Impeachment a Trump: “No conozco ninguna razón para investigar a los Biden según la ley ucraniana”
“Estamos revisando todos los procedimientos que se cerraron, dividieron o investigaron antes, a fin de tomar una decisión en aquellos casos en los que se tomaron decisiones procedimentales ilegales”, dijo Riaboshapka en rueda de prensa, según recoge la agencia Interfax-Ucrania.
Entre los dossieres que se están auditando se encuentran “casos de perfil relevante” sobre funcionarios de alto rango de los tiempos del presidente Víktor Yanukóvich (2010-2014) y 15 en los que figura Nikolái Zlochevski, exministro de Ecología y Recursos Naturales y propietario de Burisma, que contrató a Hunter Biden en 2014, explicó más tarde en un comunicado la Oficina del Fiscal General.
Riaboshapka dejó claro que no se trata por ahora de reabrir casos y su oficina aclaró que “no se han tomado aún decisiones” con respecto a los procedimientos contra Zlochevski, “personas relacionadas con él o sus empresas”.
La Oficina del Fiscal General subrayó que se “tomarán los pasos apropiados” si se determina que los procedimientos contra el empresario fueron cerrados “en violación de la ley o si se cometieron otras violaciones procedimentales”.
“No podemos predecir ahora decisiones”, recalcó también Riaboshapka en la rueda de prensa, en la que no especificó si alguno de los casos que se están revisando está relacionado con el trabajo de Hunter Biden en Burisma.
La Fiscalía General da este paso porque el próximo 20 de noviembre pierde poderes de investigación debido a enmiendas a una ley, pero se produce después de la apertura de un proceso para un juicio político contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por una llamada que éste hizo en julio pasado a su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski.
En esa conversación Trump pidió a Zelenski que investigase al exvicepresidente de Estados Unidos y precandidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, y a su hijo Hunter por presunta corrupción en Ucrania. Además, bloqueó una transferencia de cerca de 400 millones de dólares en ayuda militar a Kiev hasta semanas después de la llamada.
Riaboshapka insistió este viernes en que no ha recibido ninguna presión en torno al caso Burisma.
“Ningún funcionario o político extranjero o ucraniano me ha llamado o intentado influir en mis decisiones con respecto a casos penales específicos”, señaló el fiscal general cuando fue preguntado si había sido contactado por alguien, incluido el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani.
Giuliani ha sugerido en varias ocasiones que, cuando era vicepresidente, Biden trató de proteger a Burisma por los lazos con su hijo.
Riaboshapka fue nombrado indirectamente por Zelenski -quien asumió su cargo en mayo pasado- en la llamada que mantuvo con Trump el 25 de julio, cuando dijo, según la versión publicada por la Casa Blanca de la conversación telefónica, que “el próximo fiscal general será en un 100 % mi persona” y al afirmar que “él o ella mirarán” el asunto de Burisma.
“Mi reacción fue tranquila y profesional. La oficina del fiscal está fuera de la política”, sostuvo al respecto, y confió en que su independencia se demostrará con sus acciones.
Fuente: EFE