Kiev (AP). Usar una red de asesinos, secuestradores y pandilleros para aterrorizar y debilitar a la oposición. Estas fueron las graves acusaciones que las autoridades interinas de Ucrania presentaron a la justicia contra el derrocado presidente, Viktor Yanukovich.
Un informe oficial presentado por el jefe del servicio de seguridad ucraniano (SBU), Valentyn Nalyvaichenko, contiene evidencias que mostrarían que el servicio de seguridad ruso intervino en las maniobra de contención contra las manifestaciones del pasado 20 de febrero en la plaza Maidán.
En aquella fecha, el centro de Kiev era escenario de contínuas y sangrientas protestas. La más violenta fue ese 20 de febrero. Con el objetivo de reprimir a los manifestantes, el gobierno de Yanúkovich habría llegado a colocar francotiradores en el perímetro. Solo aquella jornada fallecieron 100 persona.
El fiscal general Oleh Makhnitsky dijo que 12 integrantes de un cuerpo de élite de la policía antidisturbios fueron detenidos por sospecha de haber disparado contra los manifestantes.
Opositores al gobierno en funciones dicen que los francotiradores fueron organizados por líderes opositores que trataron de incrementar la indignación popular.
El ex jefe de estado ucraniano, Viktor Yanukovich huyó de la capital, Kiev, tras las protestas entre el 18 y 20 de febrero que precipitaron la caída de su gobierno.