La peruana Lesly Sánchez y el francés Fred Henry tienen dos hijos y viven en San Martín, la isla caribeña que quedó destrozada por el huracán Irma. (Archivo familiar)
La peruana Lesly Sánchez y el francés Fred Henry tienen dos hijos y viven en San Martín, la isla caribeña que quedó destrozada por el huracán Irma. (Archivo familiar)
Martín  Tumay Soto

San Martín, la isla que comparten Francia y Holanda en el Caribe, perdió el 70% de sus casas tras el mortal paso del . Una de esas viviendas era de la peruana Lesly Sánchez quien puedo sobrevivir al ciclón escondida en un baño junto a su esposo y sus dos pequeños hijos.

“Fueron momentos de horror interminable”, narra esta profesora limeña de 38 años, que vive desde 2006 en el lado francés de San Martín. Sánchez estudió en Francia y radica en la isla caribeña junto a su esposo Fred Henry, ciudadano galo, y sus dos hijos: Darío (7), y Camila (3).

“Decidimos refugiarnos en el estudio de un vecino, un piso antes de nuestro departamento. Sus mamparas frente al mar tenían una protección anticiclónica. Nos encerramos en el baño y rogamos para que la protección no cediera… Las ráfagas de viento hacían un ruido espeluznante”, sostiene.

San Martín fue arrasada el miércoles 13 de setiembre por las lluvias y los vientos de más de 200 kilómetros por hora causadas por el paso del huracán Irma, en ese momento de categoría 5, cuyo ojo hizo impacto a escasos kilómetros.

“Camila estaba refugiada en un mueble y Dario, echado en la ducha… A las 4 a.m., el agua empezó a entrar bajo la puerta de la casa y dentro del baño. Trapeábamos al máximo para evitar que subiera. Fueron momentos de horror, interminable”, recuerda Sánchez.

“Mi esposo veía entre la puerta cómo la protección anticiclónica comenzaba a ser arrancada. Yo le suplicaba que cerrara la puerta… ‘Si eso se va, será el fin’, fue lo último que le escuché decir a Fred antes de ponerme a rezar con todas mis fuerzas”.

Tres horas después, afortunadamente, llegó la calma. “Esto fue irónico luego de sentir terror de perder la vida, de perder a mi familia… En ese lapso, Fred pudo llamar por teléfono a sus padres. Lloré desconsolada con mi suegra, lloramos juntas”.

Irma mató al menos a 35 personas en el Caribe, 11 de ellas en el lado francés de San Martín, informó el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Lesly Sánchez recién al mediodía pudo subir a su departamento. “Fue monstruoso. Había agua por todas partes y una parte importante de nuestro techo ya no estaba… Nuestras cosas estaban arruinadas, años de trabajo perdidos en una noche”, se lamenta.

Los destrozos en el lugar son considerables. Incluso el rey Guillermo Alejandro de Holanda, que llegó el lunes, dijo que las escenas de devastación que había presenciado en San Martín eran las peores que había visto. “He visto muchas zonas de guerra en mi vida, pero nunca he visto nada como esto”, dijo.

--- Caos tras el huracán ---

La peruana recuerda que su departamento estaba inundado, pero que pudieron secarlo al máximo antes de que oscureciera. “No teníamos ni agua ni luz. Esa noche dormimos en un colchón en el piso y en el sofá. Gotas de agua caían en cubetas a nuestro lado”.

“Al día siguiente me desperté muy temprano y al ver el estado de mi departamento lloré. Lloré por lo que habíamos pasado. Lloré por mi familia (en el Perú) a la cual no podía ni siquiera decirle que estaba viva. Lloré por mis hijos pequeños que tenían que soportar este espanto”, afirma.

Ese día, las tiendas empezaron a ser saqueadas. De acuerdo a Lesly Sánchez la gente robaba todo lo que podía. Rompían las puertas de las tiendas y se llevaban ropa, electrodomésticos, muebles, juguetes, joyas y comida, además de la gasolina de los carros.

Se temía también que los saqueadores llegaran a los edificios que aún seguían habitados. “Vi vecinos armados con martillos y cuchillos para defender el edificio… Rogábamos para que los militares llegaran pronto”.

El servicio eléctrico recién se restableció el viernes; sin embargo, Sánchez subraya que pese a que ya pasó casi una semana desde el huracán aún falta mucha ayuda como agua y comida en la zona. “No hay ningún lugar donde comprar nada”, sostiene.

La ayuda empezaba a llegar a la isla procedente de los gobiernos holandés y francés, otras naciones y organizaciones privadas. Un buque militar francés con suministros esperaba llegar el viernes, coincidiendo con una visita del presidente Macron, que arribó el martes a Guadalupe, la primera escala de su visita a islas francesas del Caribe.

Pese a la desolación que se ve por todos lados en San Martín, esta peruana dice que está agradecida con la vida. “Me siento agotada y abatida, pero sigo avanzando… En 6 días mi hija cumplirá 4 años. No habrá una gran fiesta ni una torta elaborada, pero festejaremos muy agradecidos de que estamos juntos”.

Asimismo, dice que le dolerá dejar la isla caribeña. “Esta es mi casa. Aquí está mi hogar. San Martín me ha dado tanto. No quiero saltar del barco pese a que se esté hundiendo”, se lamenta.

Hasta el cierre de esta edición, Lesly Sánchez estaba gestionando con el consulado en París la evacuación de su familia.

Antes y después de la destrucción de huracán Irma en San Martín:

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