La curiosidad es una característica del ser humano con la que ha podido descubrir su entorno y adaptarse a él; así como encontrar territorios en los más de 500 millones de kilómetros cuadrados que conforman el planeta Tierra.
Ahora sabemos de la existencia de los continentes y sus pequeñas islas y una de ellas está considerada, incluso, de difícil acceso; es la isla más remota del mundo.
Bouvet es el nombre de la isla que pertenece a Noruega desde el día en que Gran Bretaña renunció a ella. La isla fue descubierta en 1739 por el francés Jean-Baptiste Lozier Bouvet.
La isla más remota del mundo, de acuerdo con Central Intelligence Agency, se encuentra en el Océano Atlántico Sur, al noroeste del Cabo de Buena Esperanza, Sudáfrica. Y está formada por tan solo 49 kilómetros cuadrados.
Una de las peculiaridades de la isla es que la mayor parte de su territorio se encuentra cubierta por hielo, de acuerdo con el Instituto Polar Noruego, el 93% del lugar son glaciares.
Su clima, de enero a mayo, varía de los -2°C a los -5°C, y durante los meses de junio a diciembre alcanza sus temperaturas más bajas de los -6°C a los -9°C. Sus cielo se encuentra lleno de nubes y niebla.
Además de ser la isla más remota del mundo, Bouvet también es la reserva natural más remota del mundo. Desde 1971 el territorio y sus aguas fueron protegidas y toda actividad de la isla se encuentra regulada con lo que preserva la vida de las focas, pingüinos y aves marinas de la región.
Es por ello que la isla se encuentra deshabitada y por las características del territorio es extremadamente difícil llegar en barco y el acceso más fácil es por helicóptero.
Fuente: El Universal de México/ GDA