Viajar por turismo a Japón ya no incluiría el trámite de una visa. La medida, anunciada en noviembre último, se concretaría entre febrero y marzo del 2025, lo que potenciaría el flujo de visitas de corta duración al país asiático.
Aunque el viceministerio de Comercio Exterior había descartado que la decisión esté dirigida a turistas con pasaportes ordinarios, fuentes allegadas a Cancillería señalaron que, según lo comunicado por Japón, la exención sí aplica para esos casos.
De momento, en Torre Tagle se mantienen a la expectativa de si la disposición de Japón suponga reanudar el acuerdo de supresión de visas que estuvo vigente hasta 1994 o si el Estado japonés ofrecerá adoptar otro mecanismo. Este Diario buscó precisiones del gobierno japonés, pero este se excusó de declarar al respecto.
No obstante, el ministerio de Relaciones Exteriores japonés ratificó, en una publicación a propósito de la reunión sostenida el 17 de noviembre entre el primer ministro Shigeru Ishiba y la presidenta Dina Boluarte que ya está tomada la decisión en favor de retirar el visado. “El gobierno de Japón ha decidido remover la suspensión de exención de visa para peruanos que tengan pasaportes ordinarios”, se lee en el comunicado.
De acuerdo con información proporcionada a ECData por la Embajada de Japón en Perú, entre el 2021 y el 2023, el Estado japonés expidió un total de 8.191 visas para peruanos. De ellas, 5.414 –más del 66%– fueron visas para hacer turismo.
Actualmente, el visado de turismo de una sola entrada a territorio japonés tiene un costo de S/ 83 pero, para esta aprobación, el ciudadano peruano debe acreditar –con documentos– solvencia en su bolsa de viaje –preferible en dólares– y especificar el itinerario y lugares de alojamiento.
Esta próxima exoneración de visado es parte de un paquete de acuerdos bilaterales que firmaron Perú y Japón en el marco del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), cuya más reciente cumbre se celebró este año en Lima. De esta manera, Japón se convertirá en el territorio número 83 que no solicite este requisito a peruanos.
“Es una muy buena noticia, considerando que, en el pasado, teníamos ya una situación similar que se vería restablecida. No parece extraño que dos países que tienen una historia de relaciones bilaterales larga y muy amigable, y que además son socios del APEC, acuerden este tipo de beneficios mutuos”, comentó el internacionalista Gattas Abugattas Giadalah.
Integración
Japón es el primer país de todo Asia donde más peruanos han emigrado y registrado su residencia. Según cifras obtenidas de Reniec, hasta el 2022, hubo 45.511 peruanos residiendo en el continente y, de ellos, 41.974 –el 92,2%– vivía en Japón. Es, además, el sexto país en el mundo al que más peruanos han migrado para residir.
“Hoy, hay peruanos ya totalmente integrados a la sociedad japonesa tras haber migrado. Como en la primera inmigración japonesa al Perú, el primer grupo de japoneses que llegó en 1899 lo hizo para buscar una mejora en su calidad de vida. En ese momento, el Perú proveía de muchas oportunidades de desarrollo, mientras Japón tenía dificultades económicas. Luego, vimos que la historia cambia a la inversa, cuando los peruanos, desde la década de 1980 y las más recientes, por las dificultades económicas y de seguridad, se vieron obligados a migrar a varios países; entre ellos, Japón”, explicó Paul Aniya Yshiki, gerente de la Asociación Peruano Japonesa (APJ).
Aunque Tokio es el destino más atractivo y popular para el turismo, no es la prefectura en donde más peruanos se afincan. La información de Reniec muestra que Aichi, Kanagawa, Gunma, Shizuoka y Saitama concentran entre ellas a casi la mitad de los migrantes residentes.
Para el internacionalista Gattas Abugattas, al ser Japón un país de peso geopolítico, su decisión de retirar el visado para peruanos por turismo puede llevar a que otros países consideren hacer propio. No obstante, explica que cada país es libre de determinar las condiciones en las que anula el requisito.
“En efecto, un estado puede exonerar de visado a los turistas, pero si es que así lo considera, también puede fijar requisitos anexos a la exoneración, como por ejemplo llenar algunos formularios o tener un pasaporte electrónico. A veces, no es una exoneración de visado, sino un trámite más sencillo o simplificado. La modalidad y las exigencias pueden variar”, dijo.
Los requisitos adicionales a la exoneración también se pueden establecer con posterioridad a esta. Por ejemplo, territorios como el Reino Unido y el espacio europeo Schengen –que retiraron el visado para turistas peruanos en el 2022 y en el 2017, respectivamente– exigirán, a partir del 2025, una autorización electrónica de ingreso.
Hoja de ruta
El paquete de disposiciones, que agrega la exención de visado y que ambas naciones han llamado “hoja de ruta” fue inicialmente diseñado por el gobierno peruano, con participación de la PCM y 17 carteras, exceptuando Justicia. Cuenta con cinco pilares: político-diplomático, económico, de cooperación bilateral, de relacionamiento pueblo a pueblo y un pilar en materia de defensa.
Fuentes de este Diario subrayaron que, si bien los pilares aún no tienen proyectos elaborados concretos, sí hay temas fijados en agenda que serán clave para la celeridad de trámite en las exportaciones peruanas, el fomento de la inversión japonesa, el ofrecimiento de intercambios académicos y becas, y la capacitación de las fuerzas armadas nacionales.
Más información:
Las primeras relaciones diplomáticas entre Perú y Japón fueron establecidas en 1873. La inmigración japonesa al país se produjo en un primer tramo en 1899, con la llegada de 790 japoneses originarios de Okayama, Hiroshima, Yamaguchi, Niigata, Ibaraki y Tokio. En total, según archivos de la Asociación Peruano Japonesa, 18.727 japoneses migraron por contratos de trabajo al Perú entre ese primer viaje y otros 81 que se realizaron hasta 1923.
El 27 de diciembre de 1971, Japón y Perú habían suscrito un acuerdo de supresión de visados por turismo que luego fue implementado en febrero de 1972. Sin embargo, en 1994, el Estado nipón decidió suspender esta exoneración hasta nuevo aviso.