"Pusimos fin a nuestras diferencias y acordamos un ambicioso proyecto de integración para mejorar las condiciones de vida de peruanos y ecuatorianos"
Con la firma de los Acuerdos de Paz de Brasilia hace 25 años nos reencontramos en nuestra histórica amistad, como pueblos hermanos. Pusimos fin a nuestras diferencias y acordamos un ambicioso proyecto de integración para mejorar las condiciones de vida de peruanos y ecuatorianos.
El Acuerdo Amplio de Integración Fronteriza creó la Comisión de Vecindad presidida por los Cancilleres, y los comités técnicos que dependen de ella para profundizar el régimen fronterizo, facilitar el comercio, y promover la cooperación e integración. La Comisión se articula con los encuentros presidenciales y gabinetes binacionales que realizamos anualmente desde el año 2007. Creó también el Plan Binacional de Desarrollo de la Región Fronteriza, renovado por un período adicional de 10 años para que continúe ejecutando proyectos.
Hemos trabajado juntos para implementar el acuerdo sobre la rehabilitación, reconstrucción y gestión del Canal de Zarumilla, que da vida a la agricultura a ambos lados de la frontera con aguas de calidad, y para profundizar las medidas de confianza mutua y seguridad, que permiten a nuestras fuerzas armadas trabajar juntas en la gestión de desastres, combate contra la delincuencia, vigilancia coordinada de nuestros espacios marítimos, entre otros objetivos comunes.
Loa Acuerdos de Paz son, entonces, no sólo el fundamento de nuestras relaciones de amistad, confianza y cooperación. Constituyen también un ambicioso proyecto de integración en el que hemos avanzado sustantivamente en estos 25 años, con nuevos pasos de frontera, infraestructura para la integración, incremento sustantivo del comercio y las inversiones, y otras acciones dirigidas a mejorar la calidad de vida de nuestros pueblos.
"Tras casi dos siglos de disputas diplomáticas y militares, que incluyeron enfrentamientos bélicos fratricidas, ambos países tomaron la valiente decisión de volver a la senda de la hermandad"
La suscripción de los Acuerdos de Paz con el Perú significó el hito histórico más representativo para las relaciones exteriores del Ecuador en el siglo XX. La firma de los documentos internacionales en Brasilia puso fin a un conflicto que había sido generado al inicio de la independencia. El encuentro de Simón Bolívar y José de San Martín en Guayaquil en julio de 1822 y el enfrentamiento colombo-peruano de 1828 en Tarqui, provincia ecuatoriana del Azuay, y los documentos que ahí se generaron marcaron un distanciamiento por 170 años, hasta el 26 de octubre de 1998, cuando se refrendó en el Acta Presidencial de Brasilia que: “quedan resueltas de forma definitiva las diferencias fronterizas entre los dos países”.
De esta manera, tras casi dos siglos de disputas diplomáticas y militares, que incluyeron enfrentamientos bélicos fratricidas, en 1941, en 1981; y en el Cenepa en 1995, con el lamentable saldo de centenares de muertos y heridos, ambos países tomaron la valiente decisión de volver a la senda de la hermandad que los había unido desde hace 6.000 años con las culturas de Valdivia y Caral y empezaron a construir un mejor futuro para las generaciones venideras.
Para concretar la paz, los Presidentes de los dos países, sus Cancilleres, con el valioso concurso de su diplomacia, así como con el invalorable apoyo recibido por los países garantes, Argentina, Chile, Brasil y Estados Unidos, que tuvieron un rol protagónico en muchas instancias de la negociación, llegaron a acuerdos que constituyen claro ejemplo que se puede obtener resultados de suma positiva (ganar-ganar) y llegar a la resolución pacífica de controversias. Elemento que hoy es considerado ejemplo en el mundo para poder resolver problemas pendientes.
Como fruto de esa paz, hay enormes beneficios tanto en el Ecuador como en el Perú. El intercambio comercial es un gran indicador del mejoramiento de las relaciones entre ambos países. Es así que “peruanos y ecuatorianos no concebimos una paz sin crecimiento y empleo para todos. Desde la firma de la paz hasta hoy, las exportaciones no petroleras ecuatorianas pasaron de 29 millones a 201 millones de dólares anuales”, tal como lo afirmara el presidente Lasso en su reciente visita a Lima, en el marco de la conmemoración del 25 aniversario de los acuerdos de paz.
Hay varios otros temas que dan cuenta del impacto positivo de la paz, como son la construcción de cuatro de los cinco ejes viales que unen a nuestros dos países (esperamos próximamente definir el trazado del quinto eje vial), los avances de ambos países por concretar la interconexión eléctrica en 500 kV de Perú y Ecuador, que se estima estará operativa en el año 2027, el desminado humanitario que logrará su objetivo de dejar a nuestros territorios libres de minas antipersonal, otro ejemplo muy destacable en el mundo.
Hoy, el trabajo conjunto para la lucha contra el narcotráfico y demás crímenes transnacionales, como minería ilegal, pesca ilegal, trata y tráfico de personas; son temas de convergencia entre nuestras fuerzas armadas y policía, donde se ha dado paso a una colaboración y coordinación estrecha, quedando plenamente superados los enfrentamientos de antaño.
Este 25 de octubre los cancilleres del Ecuador, Gustavo Manrique, y del Perú, Ana Cecilia Gervasi, renovaron por diez años adicionales el Plan Binacional de Desarrollo de la Región Fronteriza, un compromiso que precisamente nació con esos Acuerdos de 1998 y que busca mejorar la vida de nuestras comunidades fronterizas. De igual manera, los cancilleres firmaron el Reglamento al Convenio sobre Gestión Integrada de las Cuencas Transfronterizas; el cual busca una gestión binacional de nuestras cuencas fluviales compartidas, fortaleciendo nuestra visión conjunta respecto a la protección de nuestros recursos hídricos y del medio ambiente.
Ambos países continuamos en la senda de hermandad y hemos retomado el impulso en la cooperación e integración también en el ámbito regional, tratando de proyectarnos de manera conjunta al mundo.