Un video en el que se ve saliendo a un hombre con bolsas negras del apartamento de Adriana Pinzón entre las 6 y 7:20 p.m. que luego guarda en el baúl de un carro, vestigios de sangre hallados en un allanamiento y el testimonio de un testigo clave del caso comienzan a desenmarañar lo que habría sucedido con la psicóloga, desaparecida el 7 de junio en extrañas circunstancias en Chía, Cundinamarca, Colombia.
Además, la supuesta aparición del cadáver de una mujer en la vereda San Jorge de ese municipio también encendió las alarmas, tanto que decían que Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía adelantaba el levantamiento de los restos.
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Por ahora se sabe que, durante la audiencia, que se realizó a puerta cerrada por orden del juez, el fiscal del caso se refirió a la posible participación de Jonathan Torres Castellanos –veterinario de profesión y cuñado de la mujer– en su desaparición. Dijo que este faltó a la verdad cuando rindió un relato diferente en el momento que se le preguntó qué sabía del caso. Señalaron que en una de sus versiones dijo que había conversado con la psicóloga de un tema referente a una infidelidad. Pero antes había mencionado algo relacionado con la venta de un automotor.
Lo más certero hasta ahora es que los videos de seguridad analizados fueron claves para comenzar a relacionar a Torres con el suceso. “En el apartamento de la víctima se visualizan unas manchas que, eventualmente, pueden corresponder a sangre humana. Lo que esto indica, puede ser, es que hubo un episodio en el cual se encuentra comprometida la vida de la señora Adriana Pinzón y que la persona que el día de la desaparición estuvo en su apartamento fue el señor Torres”, se escuchó en la audiencia.
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Los peritos forenses ingresaron al apartamento de la víctima y encontraron preocupantes vestigios que demostrarían una posible escena criminal.
También se sabe que hay un testigo clave que habría dado pistas de lo que pasó en la residencia de la joven en el municipio de Zipaquirá, Cundinamarca. “Se recolectó evidencia física dentro de la cual se encuentran documentos de la señora Adriana Pinzón Castellanos en el lugar señalado por el testigo, quien relaciona su versión con la desaparición y posible muerte de la profesional. Este también aporta imágenes como son: armas cortopunzantes con mucha sangre”. Aseguró que recibió un maletín negro por parte de Jonathan Torres.
Todo esta información mantiene en vilo a los familiares de la mujer desaparecida, pues no comprenden por qué se habla de la vinculación de algunos parientes como sospechosos en el caso. “El último contacto que tuvo ella fue con Jonathan. Él nos dijo que el martes 7 de junio, sobre las 6:30 de la tarde, en el sector de Tres Esquinas en Chía, se encontró con mi hermana Adriana, que ella le entregó el vehículo para que lo llevara a una compraventa y que mi hermana le indicó que ella se regresaba a Zipaquirá a su casa haciendo uso de un vehículo pedido por una plataforma. Eso es lo único que sabemos nosotros”, contó Sandra Pinzón, hermana de Adriana y quien en repetidas ocasiones ha mostrado consternación por los hechos. Agregó: “Queremos escuchar a la Fiscalía para saber qué material tienen que relaciona a Jonathan. No queremos emitir juicios de valor en este momento porque con todo lo que está pasando aún no entendemos la situación a cabalidad”.
La familia había venido publicando información en redes sociales, han visitado hospitales, han colaborado con las autoridades, recorrido todos los sitios donde les han dicho que la vieron, pero, hasta este momento, no tienen información sobre el paradero de la mujer. Lo último fue la captura del familiar, pero ellos no se explican las razones. “Mi hermana es una persona muy amable, inteligente, muy responsable, solidaria, tiene un gran corazón. Si la han visto, si la llegan a ver, por favor cualquier información nos sirve”.
Los amigos y familiares dicen que la mujer desaparecida no tenía ningún inconveniente con nadie, tampoco amenazas. “Ella es muy responsable y correcta en su trabajo. Esto nos tiene desconcertados. En las grabaciones de las cámaras de seguridad que hemos revisado no hemos encontrado nada”. El Mecanismo de Búsqueda Urgente (MBU) sigue activo. Las labores investigativas continúan con la orientación de una fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos.
Al final de la audiencia de ayer, Jonathan Torres Castellanos no aceptó los cargos de desaparición forzada y homicidio agravado por la indefensión de la víctima imputados por la Fiscalía.
De aquí en adelante, en los próximos juicios la defensa de las partes tendrá que entrar a demostrar con material probatorio qué es lo que realmente pasó con la psicóloga. “Jonathan es mi cuñado, es el esposo de mi hermana Pilar, ellos llevan aproximadamente 6 años de relación. Su captura nos ha tomado por sorpresa, mi hermana Pilar está muy afectada”, dijo Sandra.
Al cierre de la audiencia, el juez de control de garantías determinó que Torres debería ser recluido en la cárcel mientras espera una decisión frente a su estado judicial.