Hacia las 8 de la mañana del martes 6 de septiembre, un juez dio inicio a la audiencia que terminó con Aida Victoria Merlano, condenada por la fuga de su mamá, la excongresista colombiana Aida Merlano Rebolledo.
La lectura del sentido de fallo condenatorio contra la influencer se dio en medio del juicio que afrontó por los delitos de favorecimiento de fuga y uso de menores para la comisión de delitos, pues el 1 de octubre de 2019, cuando su mamá saltó por la ventana de un consultorio odontológico, su hermano estuvo presente en la escena.
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La decisión no fue bien recibida por Aida Victoria, quien desde su cuenta de Instagram reaccionó diciendo que la Fiscalía pidió una pena de 17 años de prisión —el ente acusador negó ello—, sin beneficio de casa por cárcel, lo cual ya apeló su abogado, Miguel Ángel del Río.
En las declaraciones que la influencer había dado ante el despacho del juez, ella siempre insistió en su inocencia, admitiendo que aunque vio la cuerda roja que su mamá utilizó para tirarse del edificio, nunca supo que la usaría para tal fin.
De hecho, detalló que de ese episodio se vino a enterar en un almacén de ropa, gracias a la llamada de una periodista cercana a la excongresista.
Esa versión, sin conocerse los detalles del fallo, no tuvo peso a la hora del dictamen final, el cual tendrá otro capítulo el 13 de septiembre, día para el que fueron convocadas las partes implicadas y en el que se conocerá la condena y si habrá orden de captura.
La situación jurídica de ella es muy distinta a la que vive el odontólogo Javier Guillermo Cely, también procesado por este caso porque fue quien le hizo el diseño de sonrisa a Merlano Rebolledo el día que se escapó.
A Cely, el juez terminó absolviéndolo porque no encontró mayor evidencia que demostrara su participación en el plan de fuga de la excongresista condenada por corrupción electoral en el Atlántico.
Cuando recibió su testimionio, Cely dijo que ha sido “un chivo expiatorio, estoy muerto en vida, me dañaron mi familia, mi profesión, estoy en tratamiento psiquiátrico. Esto que me está pasando me genera estrés, me da tos, vómito”.
La segunda condena en el caso
La condena en contra de Aida Victoria Merlano es la segunda que se da dentro de este escándalo. El primero en ser sentenciado, por prevaricato por acción y favorecimiento en la fuga de presos, fue el excapitán del Inpec David Alexánder Álvarez Cárdenas.
Ese episodio le dejó una pena de 15 años que no está en firme porque es revisada por el Tribunal Superior de Bogotá. Por ahora, Álvarez tiene una orden de captura en su contra.
En el caso de Aida, la segunda condenada, el escenario que se avecina es similar al del capitán. Es decir, una apelación para que en segunda instancia en el Tribunal le estudien la pena.
Hasta allá irá a parar la historia en la que la influencer resaltó la unión como familia que se dio luego de que a su mamá la detuvieron, situación en la que ambas acordaron salir por las vías legales, acudiendo, incluso, a una asesoría de un abogado de talla internacional.
Pero no fue así y el 1 de octubre de 2019 la excongresista aprovechó la cita odontológica para saltar desde un tercer piso y escaparse utilizando una moto que la esperaba en las afueras.
Desde ese momento fueron vinculados a la investigación tanto el odontólogo Cely como Aida Victoria, quien ahora protagoniza otro capítulo de tinte jurídico en medio de este expediente.
¿Se podría caer la condena?
Una vez fue conocida la decisión contra la influencer, varios penalistas anunciaron que la condena podría caerse. Una de ellas fue Dalila Henao, quien resaltó que si Aida Victoria solamente supo del plan de fuga y no participó en él, no estaba obligada a delatar a su mamá. Otra cosa, subrayó, es si ella ayudó a entorpecer la investigación tras la huida.
El debate con respecto a este punto, mientras no se lea la sentencia completa contra Aida Victoria, seguirá abierto.