La víspera de Año Nuevo se caracteriza por el tradicional brindis a la medianoche, comer las 12 uvas durante las campanadas y adornar las mesas con frutos secos y manzanas. Sin embargo, este año serán pocos los que cumplirán con estos rituales festivos en Venezuela.
En un recorrido realizado por el equipo de El Nacional Web en los mercados de Chacao, Coche y Quinta Crespo se constató el alto precio de los ingredientes de la cena navideña, además de la dificultad para adquirir cada uno de los materiales.
Las uvas ocupan por excelencia el lugar principal en la mesa de Año Nuevo, y están acompañadas de diversos licores. Sin embargo, las personas encuestadas en Venezuela aseguraron que este año no podrán comprar uvas y que sustituirán las bebidas para el brindis, como la champaña, por cerveza, debido a que es más accesible.
“Todo está muy caro y si se hace algo cada quien llevará su caña y sus uvas, si se consiguen. Eso era antes que uno invitaba a toda la familia y se hacía una buena comida. Este año para el brindis compramos hace tiempo una caja de cerveza entre varios”, dijo María Gutiérrez mientras preguntaba el precio de las uvas en el Mercado de Coche.
El precio de las uvas varía dependiendo de su procedencia. Las uvas criollas se ubican desde 200.000 bolívares hasta 450.000 bolívares el kilo, por lo que se necesitan dos salarios mínimos para poder comprarlas, debido a que el sueldo base de un empleado en Venezuela es de 177.507 bolívares. Las uvas importadas o uvas globo tienen un precio más elevado, desde 900.000 bolívares hasta 1.500.000 bolívares el kilo.
“Para el 31 solo voy a comprar comida, tengo tres chamos y una botella de ron cuesta 700.000 bolívares, prefiero gastar eso en comida”, explicó Johan Cañas para El Nacional Web.
El precio de las avellanas y nueces oscila entre 800.000 hasta 1.000.000 de bolívares el kilo, las manzanas desde 380.000 hasta 400.000 bolívares el kilo (cuatro manzanas) y las mandarinas tienen un precio más accesible de 30.000 bolívares el kilo.
“Yo antes compraba muchos frutos secos porque me gustan, pero ahora con esos precios es imposible, prefiero comprar comida”, dijo Nancy González.
Fuente: El Nacional, GDA