Arriba, a la derecha de la hoja dice: "ASUNTO: Investigación sobre conjura contra el Gobierno de la República de Cuba".
Enseguida el documento revela los nombres y actividades de los conspiradores:
Una veintena de integrantes del Grupo 26 de julio preparaban en México un ataque armado contra las autoridades cubanas.
El comando era encabezado "por un sedicente Doctor Fidel Alejandro Castro Ruz, exiliado político cubano quien llegó a nuestro país por una amnistía del gobierno de Cuba después de estar preso por cometer un asalto a un cuartel militar en La Habana el 26 de julio de 1953".
Así inicia el informe oficial de la captura de Fidel Castro, su hermano Raúl y el médico Ernesto Guevara, El Che, el 21 de junio de 1956.
El documento permaneció oculto en los archivos confidenciales de la Secretaría de Gobernación durante décadas.
Lo que llama la atención de politólogos e historiadores es el autor del documento: el capitán Fernando Gutiérrez Barrios.
Se trata de un personaje polémico: Fidel Castro le llamaba "amigo", "caballero y hombre honorable".
Pero en México ha sido señalado como uno de los principales responsables de la persecución de movimientos campesinos, sindicales, de médicos, estudiantiles y guerrilleros durante el siglo pasado.
Captura histórica
Cuando Fidel Castro y sus compañeros fueron detenidos, el capitán Gutiérrez Barrios era uno de los agentes más importantes de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS) de la Secretaría de Gobernación.
La corporación investigaba políticos disidentes, sindicatos, organizaciones campesinas o de estudiantes, extranjeros con actividad política, delincuentes de alto perfil y grupos guerrilleros, nacionales o de otros países.
Gutiérrez Barrios ascendió pronto hasta convertirse en el jefe de la agencia, considerada por académicos, familiares de personas desaparecidas y activistas como la policía política de México.
La DFS y otros grupos policíacos, como la llamada Brigada Blanca, combatieron a grupos armados que surgieron en varios estados del país.
La mayoría se declaraban marxistas, aunque también surgieron organizaciones de ultraderecha, especialmente en el centro del país.
Fue el período conocido como la Guerra Sucia, en los años 70 y 80. Más de 800 personas desaparecieron en esos años.
Pero esa no fue la suerte del grupo de cubanos detenidos por el capitán de la DFS.
"Gutiérrez Barrios se dio cuenta del sentido de nuestra lucha, de quiénes éramos, qué hacíamos", señaló Castro en el libro biográfico Guerrillero del tiempo.
Ernesto Guevara, El Che, y Fidel Castro fueron detenidos en México. (Foto: AFP)
"Llegó a sentir aprecio por nosotros y por todo el movimiento. Fue uno de los fenómenos que se produjo en medio de tal desastre: nació una relación de amistad y de respeto con el principal jefe de la Policía Federal".
Semanas después el grupo fue liberado y el 25 de noviembre de ese 1956 zarpó del puerto de Tuxpan, Veracruz, hacia Cuba.
Tres años después Fidel Castro asumió el gobierno de la isla.
Su amigo Gutiérrez Barrios fue legislador, gobernador de Veracruz y Secretario de Gobernación. Murió en el 2000.
Mano dura
La existencia de personajes como Gutiérrez Barrios es una muestra de las contradicciones del sistema político que gobernó el país durante más de 70 años, le dice a BBC Mundo el investigador Roger Bartra.
"Era parte de esa paradoja del viejo sistema político mexicano que por un lado recibía asilados políticos de Sudamérica, y por el otro mantenía la represión a campesinos, sindicalistas, médicos", explica.
Por ejemplo Bartra cuenta que en 1962, un día antes que el presidente John Kennedy llegara México, repartía propaganda contra la visita en el centro de la capital.
"Me detuvo la policía y pasé 10 días encerrado en una prisión de manera totalmente ilegal", recuerda.
"No querían que hubiera manifestaciones y protestas durante la visita del presidente estadunidense".
Este tipo de aprehensiones irregulares eran muy comunes en esa época, especialmente con personas vinculadas a movimientos de izquierda.
Según organizaciones de derechos humanos, Gutiérrez Barrios tuvo un papel fundamental en esa actuación de las corporaciones policíacas.
Amistad larga
La liberación de Castro y sus compañeros permitió una estrecha relación entre los gobiernos de Cuba y México.
Una amistad que se reflejó de varias maneras. Historiadores han documentado que los movimientos armados mexicanos no fueron bien vistos en La Habana.
Castro ha tenido una larga amistad con México. La imagen de 1988 con el presidente Miguel De la Madrid. (Foto: AFP)
"Eso me consta", confiesa el investigador Bartra.
"Yo militaba en el Partido Comunista y había varios compañeros muy cercanos a esos grupos, y decían que no había apoyo para nada de Cuba".
"Hablé con algunos diplomáticos cubanos y me dijeron que no había las condiciones en México para una lucha como en otros lugares de Latinoamérica".
Una actitud que pareció ayudar al gobierno mexicano, especialmente a uno de sus principales jefes policíacos.
Entre los principales responsables de combatir a estos movimientos se encontraba el capitán Fernando Gutiérrez Barrios.