Brasilia (DPA) La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no apoyará expresamente a su par ruso, Vladimir Putin, quien realiza una visita de Estado a Brasil, en su acción en Ucrania, y mantendrá su "neutralidad", aseguran analistas políticos brasileños.
Estrechos vínculos comerciales tanto con Rusia como con Ucrania están entre las principales razones por las cuales Brasil no dará apoyo expreso a Putin durante la visita de Estado, la cual antecede a la VI cumbre de los BRICS, grupo que integran además India, China y Sudáfrica, y que se realiza mañana y el miércoles en Brasil.
"El Itamaraty y los propios diplomáticos brasileños individualmente, están mudos en relación a la crisis entre Ucrania y Rusia por determinación de la presidenta Dilma Rousseff. Alegan que si no hay una posición, no hay qué decir", aseguró la prestigiosa analista del diario "Folha de Sao Paulo", Eliane Cantanhede.
Cantanhede recordó que existe "una cuestión bilateral delicada": Brasil tiene un programa de cooperación con Ucrania en el sector aeroespacial, para el lanzamiento de satélites, y Brasilia no descarta que pueda haber una represalia a mediano y largo plazo en tal sentido.
Al mismo tiempo, Brasil no puede obviar que Rusia es un socio comercial de envergadura, con el que mantiene un volumen de negocios que en 2013 llegó a US$5.600 millones, y que según fuentes oficiales, ambos gobiernos pretenden aumentar a US$10.000 millones.
Pese al vínculo comercial, la analista Lisandra Paraguassu, del diario "O Estado de Sao Paulo", también sostuvo que Rousseff "no tiene planes de tratar abiertamente la crisis, a menos que durante la semana rusos y ucranianos encuentren una solución".
"El presidente ruso no recibirá un compromiso de apoyo en los asuntos sobre Crimea y Ucrania, pero la reunión lo ayudará a trasmitir la imagen de que Rusia no está aislada", tal como pretenden Europa y Estados Unidos a través de las duras sanciones aplicadas a Moscú.
Pese a que Brasil quiso evitarlo, el documento final de la cumbre de los BRICS incluirá un artículo en el que se dirá que "no es deseable la aplicación de sanciones" y dejará en claro que los BRICS exigen "respeto a las decisiones de la ONU", que no aprobó las represalias contra Moscú.
"El texto será formulado de forma tal de no crear dificultades" con Europa y Estados Unidos, dijo la fuente. "Aislar a un país como Rusia no es bueno para nadie", advirtió una fuente del gobierno citada por el diario "O Globo".