Ante la amenaza de otro acuartelamiento, la Casa Rosada y el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, actuaron en conjunto y lograron arrestar a 16 policías que habrían participado o incitado los saqueos de diciembre último y pasaron a disponibilidad a cuatro oficiales.
Así, a instancias de la presidenta Cristina Fernández, viajaron 1.000 gendarmes como parte de un programa de seguridad preventiva. "El gobernador ha hecho un requerimiento formal y, en consecuencia, se estableció un mecanismo de prevención", dijo el primer ministro Jorge Capitanich.
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