Polémica ha desatado en Argentina el uso de sillas de ruedas de plástico en un hospital público de Buenos Aires. Diversos usuarios de Twitter y Facebook no dudaron en compartir imágenes de los caseros implementos médicos.
Q pasa @mauriciomacri que en la salud todo se improvisa? Silla de rueda del hospital #Argerich http://t.co/QB7DlIKpWg pic.twitter.com/Af0Pcap4Of
— Tano Caprarulo #22F (@CCaprarulo) noviembre 11, 2014
Me parece que @mauriciomacri y otros más van a tener que dar explicaciones por esto #Argerich pic.twitter.com/EOndoMFBkS
— Rodrigo Castellanos (@RoCasDeFocatiis) noviembre 11, 2014
Las autoridades de Buenos Aires admitieron que en el hospital Argerich de Buenos Aires usan sillas de rueda de plástico. Informan que son seis las sillas de este tipo que recibieron en el 2009 de la ONG Cilsa.
"Es una donación y la aceptamos. Son muy útiles", dijo el subsecretario de Planificación Sanitaria del ministerio de Salud de la ciudad de la ciudad, Néstor Pérez Baliño. "La silla es fea, pero muy últil".
El funcionario también dijo al canal de noticias TN que las usan "de emergencia" para el traslado de pacientes dentro de la guardia. Aclaró que la mayoría de las sillas para abastecer a las más de 800 camas son de las sillas convencionales y que hay alrededor de 30 con distintos niveles de complejidad.
El funcionario aportó fotos y videos del momento de la donación. Fue una entrega a 150 hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires.
SILLAS DETERIORADAS
La presidenta de Cilsa, Silvia Carranza, en diálogo con La Nación aclaró que las sillas tal como están no son las donadas por la institución.
"La imagen de la silla de ruedas difundida no corresponde a las entregadas originalmente por la ONG. No es la silla original, tiene partes que no son de la silla. Y la alineación no es la correcta. Tal como está no corresponde usarla", dijo.
El elemento que Cilsa otorga pertenece al prototipo de nombre Gen1, son sillas de ruedas de traslado donadas por la Organización Internacional Free Wheelchair Mission.
Carranza informó que Cilsa provee de repuestos en caso de que las sillas deban ser reparadas. Las sillas duran entre 3 y 5 años. "No nos pidieron nunca repuestos. Deben haber tenido que cubrir una demanda y las arreglaron así", agregó.
Este tipo de sillas se adjudican a instituciones de salud como hospitales, geriátricos y centros materno-infantiles. Se entregaron partidas en la ciudad de Buenos Aires, en la provincia de Buenos Aires y también en el interior del país.
Fuente: La Nación, Argentina / GDA
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