Los problemas al interior de la Casa Rosada no son nuevos. A fines del año pasado, cuando la votación para elegir a los miembros de la Cámara de Diputados y del Senado le dio el triunfo a la oposición, la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner (CFK) zafó cuerpo con un tuit que se interpretó como una volteada de cara a su jefe, el presidente Alberto Fernández.