Soldados chilenos vigilan la frontera con Bolivia en Colchane, Chile, el 17 de febrero de 2022. (Foto: IGNACIO MUNOZ / AFP)
Soldados chilenos vigilan la frontera con Bolivia en Colchane, Chile, el 17 de febrero de 2022. (Foto: IGNACIO MUNOZ / AFP)
/ IGNACIO MUNOZ
Agencia EFE

El cuerpo sin vida de un hombre boliviano fue encontrado la madrugada de este lunes en la localidad fronteriza de Colchane, en el límite entre y Bolivia.

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Según informaron las autoridades locales, equipos de la Policía de Investigaciones (PDI) realizan las primeras pericias para determinar las circunstancias de su muerte -reportes preliminares señalan que se encontraba maniatado y con golpes en la cabeza-, en tanto se busca establecer además si se trataba de un inmigrante irregular.

En caso de que el fallecido formara parte del nutrido flujo migratorio que cruza el altiplano para ingresar por pasos no habilitados a Chile, se trataría de la novena víctima del año y la segunda durante este mes.

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“Este Gobierno se ha caracterizado por generar reuniones y anuncios, pero nada se ha materializado, al menos en la comuna de Colchane no ha habido inversión alguna, solamente hemos recibido dos vehículos de un proyecto de seguridad ciudadana del año 2020-2021, y un equipo de dron”, señaló el alcalde de Colchane, Javier García, respecto a la crisis migratoria.

Colchane, con casi 1.600 habitantes y ubicado a 3.700 metros de altura en pleno altiplano, no tiene supermercados, bancos ni alcantarillado.

Su cobertura telefónica es débil o nula y el servicio de salud primario tiene capacidad para atender poco más de 10 casos al día, con el hospital más cercano a 250 kilómetros en vehículo por un camino sinuoso y con tramos sin pavimentar.

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La precaria infraestructura comunal ha estado desbordada en múltiples ocasiones por las oleadas migratorias, en su mayoría compuesta por ciudadanos venezolanos cuyo éxodo, de casi 6 millones, se compara con otros como la huida de la guerra de Siria o la migración en el Mediterráneo occidental.

La migración irregular no era un fenómeno nuevo en Chile, pero desde 2010 a julio de 2021 la cifra se ha multiplicado por 57, pasando de 415 a más de 23.000 personas, en su mayoría venezolanas, según el Servicio Jesuita Migrante (SJM).

A la fecha, según cifras oficiales, casi 1,5 millones de extranjeros viven en Chile -mayoritariamente venezolanos y peruanos-, dato que no incorpora a los ciudadanos que no están regularizados en el país.

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