Sao Paulo. Las autoridades sanitarias de Brasil aprobaron este martes la fabricación de “productos a base de cannabis” y su venta en farmacias, con fines medicinales y bajo prescripción profesional.
En la misma reunión, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), vinculada al Ministerio de Salud, rechazó no obstante la propuesta de autorizar el cultivo de la planta. Los fabricantes deberán importar en consecuencia los extractos que se usan como materia prima.
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En agosto, el presidente Jair Bolsonaro, conocido por sus posiciones conservadoras, indicó a través de su portavoz que no se opondría al uso medicinal del cannabis, pero advirtió que no admitiría “que brechas de la legislación sean usadas para plantar y consumir la marihuana”.
El ministro de Ciudadanía Osmar Terra, uno de los principales voceros de los adversarios a la liberalización del uso médico del cannabis, se congratuló por la negativa de Anvisa a autorizar la plantación.
“La decisión solo concierne cosas que ya se hacen, como la venta en farmacias de Canabidiol, separadamente, como remedo controlado. Es lo que siempre hemos defendido”, tuiteó Terra.
En otro tuit, el ministro explicó que “Anvisa es una agencia independiente de la gestión del gobierno federal” y que “sus directores no pueden ser destituidos por el Presidente de la República antes del fin de sus mandatos”.
Desde el 2015 la Anvisa permite importar, con prescripción médica, productos a base de cannabidiol, un componente no psicoactivo de la planta, recetados para ayudar en el tratamiento de epilepsias y enfermedades crónicas, entre otras dolencias.
El reglamento aprobado este martes prevé dos tipos de prescripciones. La primera concierne a productos con una concentración mayor de 0,2% de THC (Tetrahidrocannabidiol, compuesto psicotrópico del cannabis), que sólo podrán ser prescritos a pacientes en situación terminal o que agotaron sus alternativas médicas. La segunda atañe a productos con una concentración de THC de menos de 0,2%.
Los productos a base de cannabis podrán elaborarse para su uso por vía oral o nasal, o en formato de comprimidos, jarabes o aceites.
Las empresas fabricantes podrán importar la materia prima, siempre que sea semielaborada. Los productos no podrán ser elaborados ni vendidos en farmacias de manipulación, restringiendo su comercialización a farmacias convencionales.
Fuente: AFP