Las autoridades del estado brasileño de Acre, al este del país, han sugerido que el gobierno federal cierre temporalmente la frontera con el Perú para contener un repunte en la inmigración ilegal de haitianos, que se triplicó en una semana, indicó este miércoles un portavoz.
Acre limita con las regiones peruanas de Ucayali y Madre de Dios.
Desde el jueves pasado, entran diariamente a Brasil caravanas con 70 a 80 haitianos. Antes, el número variaba entre 20 y 30.
"La cantidad de caravanas de inmigrantes haitianos que está entrando por la frontera esta semana es muy grande y eso nos preocupa mucho. Temo que haya una tragedia", alertó Nilson Mourao, secretario de Derechos Humanos de Acre, al portal G1 de Globo.
Mourao también explicó a la agencia AFP que ha recomendado al gobernador5 de Acre, Tiao Viana, el cierre temporal de la frontera. “El objetivo es retener a los haitianos que llegan desde ese lado del Perú hasta que logremos drenar el flujo", indicó Morao.
Actualmente, el refugio que alberga a estos inmigrantes, que tiene capacidad para 300 personas, está desbordado con unos 1.000 haitianos.
Viven un éxodo
Tras el terremoto que devastó el país en el 2010, unos 20 mil inmigrantes haitianos han llegado al gigante sudamericano, más de la mitad de manera irregular en redes de tráfico humano, según datos de la ONG Conectas Direitos Humanos.
Generalmente, los inmigrantes ilegales permanecen poco tiempo en Acre pues son contratados como mano de obra en otros estados. Sin embargo, debido a las vacaciones de verano en Brasil, muchas empresas no están reclutando y los haitianos permanecen en este estado fronterizo.
En abril del 2013, Acre decretó una emergencia social ante la fuerte ola de inmigración, principalmente desde Haití, pero también de países africanos como Senegal y asiáticos como Bangladesh.
Lea aquí el informe que El Comercio preparó en el 2011 sobre la situación de los haitianos que empezaban a llegar al Perú.