La presidenta de Brasil Dilma Rousseff, reelecta este domingo para un segundo mandato de cuatro años por un ajustado margen, llamó a la paz, la unión y el diálogo y se comprometió a impulsar cambios políticos en el país, reseñó la agencia AFP.
"Mis primeras palabras son de un llamado a la paz y la unión", dijo Rousseff en Brasilia tras ser proclamada vencedora frente al socialdemócrata Aécio Neves con más del 51% de los votos. "Esta presidenta está dispuesta al diálogo y es éste mi primer compromiso en el segundo mandato", añadió.
En su discurso, varias veces interrumpido por las emocionadas consignas de sus seguidores, no mencionó ni una vez a Neves, que poco antes dijo haberla llamado por teléfono para desearle éxito en su nueva gestión.
"Quiero ser una presidenta mucho mejor de lo que fui hasta ahora", siguió la mandataria, acompañada del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, su padre político, a quien llamó el "militante número uno de las causas del pueblo y de Brasil".
Rousseff, una ex guerrillera de 66 años integrante del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), consideró que el ajustado resultado "no dividió al país por la mitad".
Estas elecciones "movilizaron ideas y emociones a veces contradictorias, pero movidas por un sentimiento común, la búsqueda de un futuro mejor para el país", expresó.
"Me han llevado a la presidencia para hacer los grandes cambios que los brasileños exigen", incluida una profunda reforma del sistema político y un combate "más riguroso" a la corrupción rampante en el país.
El sistema político brasileño, con un Congreso donde están representados más de 25 partidos políticos, obliga muchas veces al partido en el poder a negociar alianzas a cambio de cargos públicos.
"Mi compromiso es realizar esta reforma, que es responsabilidad constitucional del Congreso y que debe movilizar a la sociedad en un plebiscito por medio de una consulta popular. Eso va a dar legitimidad para llevar adelante una reforma política", indicó.
Una consulta popular para promover los cambios políticos ya fue rechazada el año pasado por el Congreso.
Rousseff adelantó además que promoverá "acciones localizadas" en la economía para "retomar el crecimiento" y salir de la actual recesión técnica, combatir la inflación y avanzar en la responsabilidad fiscal.
"Vamos a dar impulso económico en todos los sectores, especialmente el industrial", señaló.