El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, participa en una ceremonia de firma de contratos de concesión de carreteras, hoy, en el Palacio de Planalto en Brasilia (Brasil). EFE/ Andre Borges
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, participa en una ceremonia de firma de contratos de concesión de carreteras, hoy, en el Palacio de Planalto en Brasilia (Brasil). EFE/ Andre Borges
Agencia AFP

El presidente brasileño, , ordenó este martes el despido del número dos de los servicios de inteligencia del país, en medio de una investigación sobre espionaje ilegal en favor de su predecesor y su círculo íntimo.

La Policía Federal de Brasil investiga al director adjunto de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), Alessandro Moretti, por presuntamente ser parte de una red de espionaje ilegal para favorecer a Bolsonaro a personas de su entorno más cercano.

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Lula había expresado más temprano dudas sobre su confianza en el equipo actual de la Abin y agregó que expulsaría del cargo a Moretti “si se demuestra” su relación con la trama.

El despido de Moretti fue publicado en la noche en el boletín oficial Diario de la Unión.

La investigación asoma un posible frente legal para Bolsonaro, que ha enfrentado varios procesos ante la justicia desde que perdió las elecciones presidenciales en octubre de 2022, y fue condenado a ocho años de inhabilitación política por “abuso de poder”.

El lunes, la policía cumplió nueve órdenes de allanamiento en varios estados de Brasil. En especial, registró la vivienda y la oficina de Carlos Bolsonaro, legislador en Río de Janeiro y el segundo de los cuatro hijos varones del expresidente de extrema derecha.

Los agentes también allanaron una residencia donde se encontraba Jair Bolsonaro y sus tres hijos mayores en Angra dos Reis, ciudad balneario ubicada a unos 150 km de Rio.

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“Nunca estamos seguros”

Carlos Bolsonaro es sospechoso de ser “miembro del núcleo político de la organización criminal” que se habría constituido en el seno de Abin, según documentos judiciales.

El exmandatario ultraderechista se dijo “perseguido” por el actual gobierno. Es una tontería, contestó Lula el martes en diálogo con la radio CBN de Recife (noreste).

“El gobierno brasileño no tiene control sobre la policía federal, menos aún sobre el sistema de justicia”, añadió.

Cuando se le preguntó sobre su confianza en el actual equipo de Abin, Lula respondió: “Nunca estamos seguros”. Pero dijo tener “gran confianza” en el actual director Luiz Fernando Corrêa.

Como nuevo director adjunto de la agencia de inteligenciaLula nombró a Marco Aurelio Chaves Cepik, que dirigía la Escuela de Inteligencia.

Según la policía, los investigados podrán ser considerados responsables “de los delitos de invasión de dispositivo informático ajeno, organización delictiva e interceptación de comunicaciones telefónicas, informáticas o telemáticas sin autorización judicial o con fines no autorizados por la ley”.

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¿Jueces y políticos espiados?

Los allanamientos del lunes se suman a otros 21 ejecutados el jueves.

Ese día fueron allanadas la casa y oficinas de Alexandre Ramagem, jefe de la agencia de inteligencia durante la presidencia de Bolsonaro y ahora diputado por el Partido Liberal (PL) del expresidente.

La policía se llevó computadoras y teléfonos de su residencia en Brasilia.

La procuraduría general (PGR) citó mensajes de Whatsapp en los que una asesora de Carlos Bolsonaro, también blanco de un allanamiento el lunes, pidió al entonces jefe de inteligencia Alexandre Ramagem “ayuda” en investigaciones contra el expresidente y tres de sus hijos.

Los investigadores sospechan que la agencia utilizó un software israelí llamado FirstMile, que rastrea datos de geolocalización de teléfonos inteligentes, para escuchar ilegalmente a cientos de políticos y figuras públicas durante la presidencia de Bolsonaro (2019-2022).

Entre los supuestos espiados se encontrarían los jueces de la corte suprema Alexandre de Moraes y Gilmar Mendes, el expresidente de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia y el exgobernador del estado de Ceará Camilo Santana, quien ahora es ministro de Educación del presidente Lula.

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