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Río
Redacción EC

En Brasil, una importante carretera en Río de Janeiro quedó cerrada temporalmente el miércoles mientras policías militares se enfrentaban a tiros con presuntos narcotraficantes.

Imágenes tomadas desde un helicóptero de la cadena de televisión Globo mostraban a personas resguardándose junto a sus vehículos a lo largo de la autopista Linha Amarela (Línea Amarilla). Las autoridades detuvieron el tráfico tres veces y se formaron largas filas de coches.

Los tiroteos, prácticamente diarios en las empobrecidas favelas, estallaron esta mañana en Ciudad de Dios, cuando agentes de la Policía Militar (PM) entraron en la zona y tuvieron un "enfrentamiento" con criminales armados, dijo el cuerpo policial en un comunicado.

Al parecer el enfrentamiento se extendió hasta la autopista ubicada en el norte de Río de Janeiro. Como se recuerda,  Ciudad de Dios es una favela violenta que fue retratada en una película del mismo nombre y que fue nominada al Oscar en 2002.

Tres presuntos traficantes fallecieron a raíz del operativo, uno de ellos aparentemente un cabecilla del tráfico en el lugar. Algunos habitantes de la comunidad se manifestaron contra la intervención lanzando neumáticos en llamas en la Línea Amarilla, una de las principales arterias de la ciudad.

Las autoridades exhortaron a los conductores a mantenerse alejados del área. La policía decidió cortar el tránsito preventivamente en ambos sentidos durante al menos una hora, generando largas filas de tránsito y sembrando el pánico entre los conductores.

Las autoridades han batallado para frenar la violencia mientras el país sufre de su peor recesión en décadas.

El sistema de seguridad en Brasil está fallido

El sistema de seguridad de Brasil está "fallido", reconoció el ministro de Defensa Raul Jungmann en un acto en Río de Janeiro, donde este miércoles nuevos enfrentamientos entre traficantes y policías dejaron tres muertos y cortaron el tráfico en una de las vías principales.

"Este sistema vigente está fallido y la prueba es lo que vivimos hoy", señaló el ministro apuntando a que las bandas de narcotraficantes no solo se han hecho más fuertes en el interior de las saturadas cárceles logrando extender sus actividades a nivel nacional.

Jungmann hizo especial hincapié en la violencia creciente en Río de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos-2016, y ahora un estado al borde de la bancarrota que acumula retrasos en los pagos de sus funcionarios, incluida la policía.

"Hay una influencia de la crisis en este proceso, por la falta de recursos a ser canalizados para la seguridad pública", manifestó Jungmann.

Las declaraciones de Jungmann llegan después de los trágicos episodios ocurridos en Ceará (nordeste), donde 14 personas fueron asesinadas el sábado en un club nocturno de la capital Fortaleza y el lunes 10 presos fallecieron en un motín en una cárcel del interior del estado.

(Fuente: AP/ AFP)

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